La empresa encargada de distribuir el vino utilizado en la eucaristía informa que no podrá producir la cantidad necesaria para abastecer a todas las parroquias por falta de materia prima
La grave situación de desabastecimiento que atraviesa el mercado alimenticio del país amenaza también con la posibilidad que las iglesias de las distintas parroquias eclesiásticas puedan tener pocas cantidades de vino y hostias para la celebración de la eucaristía durante las misas.
«Todo esto es debido a la corrupción que reina en la administración gubernamental», indicó Macky Arenas, periodista y directora de Reporte Católico Laico (RCL). Muchas son las quejas de los párrocos de los Altos Mirandinos sobre el desabastecimiento que tienen del «cuerpo y la sangre de cristo» en sus templos.
La empresa Vino Ecclesia de industrias Pomar quien es el fabricante del vino autorizado en el país para poder celebrar la eucaristía «no puede garantizar la producción constante y distribución regular por la falta de algunos insumos para embotellar el producto». Así lo dio a conocer la Comisión de Liturgia de la Conferencia Episcopal Venezolana en un comunicado.
La dificultad para obtener las divisas afecta también a los importadores para poder comprar «vinos de misa» el cuál viene de otros países según expresaron algunos Obispos. En consecuencia de dicha situación la Comisión de Liturgia le indicó a los distintos Obispos y sacerdotes que «de ser imposible la obtención del vino para misa certificado por la Conferencia Episcopal, se use un vino que sea lo más puro y natural posible».
«La escasez de vino es muy alta y debemos resolver porque no podemos dejar a los feligreses sin la celebración de la eucaristía», indicó Arenas.
Por su parte, el ente encargado de los factores de producción en el país como lo es Fedecámaras informó que la la situación se «agravará» y que no existe solución alguna a corto plazo.
«Faltará el Vino Ecclesia y el trigo para las hostias, así que probablemente comulgaremos con rueditas de maíz», dijo Arenas. Muy crítica se encuentra la situación de escasez en el país que ni siquiera Dios se salva de ella, todo por la falta de dinero, el acoso que sufren los factores de producción y el ataque a las empresas privadas tradicionales que aún quedan en el país lo cual afecta su eficiencia.
Ronald Gil
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