
Ambos se mostraron encantados de la vida durante la graduación de su hija Cristina el pasado fin de semana
¿Amor o interés? Esa es la pregunta que planea últimamente sobre la expareja formada por Arnold Schwarzenegger y María Shriver. Hace tres años decidieron separarse cuando el ex ulturista tiró su matrimonio por la borda tras sus constantes escarceos. Un tiempo más que suficiente para solicitar el divorcio. Pero ninguno da el paso.
Para muchos huele a reconciliación. Para otros, a chamusquina. Si cortan el bacalao definitivamente, entrarían en un pleito millonario que pondría en peligro su fortuna, de más de 400 millones de dólares (309 millones de euros).
Para el bando romántico, la chispa del amor sigue encendida. El exgobernador de California sigue coladito por los huesos de su Maria. Según el portal TMZ, ambos se mostraron encantados de la vida durante la graduación de su hija Cristina el pasado fin de semana. Miradas de complicidad, susurros al oído y risas tontas dieron a entender que todavía queda mucha tela que cortar.
Sin embargo, el bando menos idealista apunta que todo es puro teatro y que lo único que aman son sus cuentas corrientes. Si se muestran así de compenetrados es porque temen un divorcio millonario. Sin más.
Según el famoso portal, fuentes allegadas a la pareja confirman que Arnold y María están hechos un lío. Tan pronto quieren el divorcio como salvar su relación en nombre de aquel amor que supuestamente aún se profesan.
Agencias