El papa Francisco saluda a un hombre en silla de ruedas y, después de que un sacerdote le dice algo, pone sus dos manos sobre la cabeza del discapacitado, quien exhala profundamente varias veces, se sacude y luego baja su cuerpo.
El papa Francisco saluda a un hombre en silla de ruedas y, después de que un sacerdote le dice algo, pone sus dos manos sobre la cabeza del discapacitado, quien exhala profundamente varias veces, se sacude y luego baja su cuerpo. Esto durante los 14 segundos que el Papa tiene sus manos sobre él. Francisco quita las manos y continúa su ronda de saludos.
La escena valió para que cientos de personas en las redes sociales y algunas figuras religiosas en el Vaticano dijeran que el papa Francisco exorcizó a un peregrino mexicano durante la misa de Pentecostés en la plaza de San Pedro el domingo.
El Vaticano, sin embargo, negó que el líder de la Iglesia Católica hubiese realizado dicho «conjuro contra el espíritu maligno», como lo define la Real Academia Española. ¿Por qué se desató la polémica? ¿Qué fue, entonces, lo que hizo Francisco?
Diferentes versiones
El sacerdote mexicano Juan Rivas, de la Legión de Cristo –que, según dice su portal en internet, se dedica «a la evangelización y a la predicación»–, fue quien llevó al discapacitado al Vaticano.
En su perfil oficial de Facebook, Rivas escribió: «Bueno, ya está en todos los periódicos y algunas páginas de internet: El Papa hizo un exorcismo. Pero quiero aclarar que la persona no es un niño sino una persona adulta. Y, segundo, que lo que hizo fue oración sobre una persona poseída».
Ángel es el hombre –de 43 años, según la agencia estadounidense AP– que protagoniza el video del supuesto exorcismo. El canal italiano que divulgó las imágenes, TV2000, dijo en ese momento que «sin duda» el Papa hizo un exorcismo o una plegaria para liberar al hombre del diablo.
No obstante, el director de la cadena se disculpó por haber «alterado la verdad». Por su parte, el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, dijo: «El Santo Padre no pretendía hacer ningún exorcismo. Pero, como hace con frecuencia con las personas enfermas y con los que sufren, ha querido sencillamente rezar por una persona que sufría y que le habían presentado».
Gabriele Amorth, un reconocido exorcista líder de la diócesis de Roma, dijo que realizó un «largo exorcismo a este hombre en la mañana del martes» y que se cercioró de que estaba poseído por cuatro demonios diferentes.
Rivas dijo que «el padre (Gabriele) Amorth nos hará un discernimiento», pero no dio más detalles.
En entrevista con la cadena italiana RAI, Amorth dijo que «incluso una breve oración, sin el rito completo del exorcismo, es en sí mismo una especie de exorcismo».
«Eso fue un verdadero exorcismo», dijo sobre la oración de Francisco. «Los exorcismos no sólo se realizan de acuerdo con las reglas del ritual».
Imposición de manos
Según explica el medio del Vaticano News.va, «el exorcismo es, en sentido estricto, la ‘expulsión’ de los malos espíritus. El poder de exorcizar fue conferido por Jesús a los apóstoles, y se entiende que este poder pasa a los obispos, que son los sucesores de los apóstoles». El exorcismo se practica por algunos católicos romanos, pero trata con profundo escepticismo por otros.
Hay quienes aseguran que el papa Juan Pablo II hizo dos exorcismos durante sus 26 años de pontificado, pero esa información nunca ha sido comprobada ni manifestada por el Vaticano.
El teólogo Bernd Hagenkord S.J., quien reside en el Vatricano, le dijo a News.va que «a pesar de que todo sacerdote puede realizar exorcismos, la ley de la Iglesia requiere que todas las diócesis tengan al menos un exorcista entrenado, que sabe distinguir los signos de posesión diabólica de los de una enfermedad mental o física».
«Incluso hoy», continúa, «cuando algunas voces afirman que la posesión demoníaca va en aumento, el exorcismo sigue siendo muy, muy raro». El gesto del Papa en la imágenes que generaron la controversia es una «imposición de manos», dice el teológo y colaborador director de la sección alemana de Radio Vaticana.
Aunque la «imposición de manos» tiene el sentido de un acto de curación espiritual, pero también de curación del cuerpo. Y reitera: «El exorcismo sigue siendo raro y se realiza en actos privados».
