Brote de aguas negras en el patio de la institución lleva más de 4 años sin que nadie se haga cargo
Plantel necesita sillas, mesas, bombillos y muchas cosas más
En las adversidades se demuestran las ganas de trabajar, y esto es lo que ha hecho el equipo de docentes de la Unidad Educativa Nacional Guaicaipuro, donde una serie de problemas y necesidades acechan tanto a profesores como a alumnos, sin embargo ya están cercanos a culminar el año escolar, gracias al esfuerzo realizado.
La coordinadora del plantel, Marina Perdomo, informó que el principal problema de la institución lo representa un brote de aguas negras ubicado en el patio y que lleva más de 4 años sin que ninguna de las solicitudes de ayuda enviadas a todos los entes haya sido respondida.
Además del riesgo de generar enfermedades en los estudiantes que pasan su tiempo libre en estos espacios, este problema conlleva malos olores y afecta la estructura de muchas áreas de la escuela, como las cercas que han visto afectada su estabilidad por la humedad, además del maltrato por parte de los alumnos.
El único filtro de agua del que dispone la escuela se encuentra en un estado deplorable y fuera de servicio, por lo cual hacen un llamado para que les faciliten uno nuevo, o al menos alguien acuda a reparar este.
De su propio bolsillo
El profesor de difusión cultural, Jackson Navas, manifestó que “lo que hace falta es pedirle ayuda a Dios“ haciendo referencia a la cantidad de cartas que han enviado solicitando apoyo de los entres correspondientes. Entre las necesidades más urgentes destaca la adquisición de mesas y sillas, pues no cuentan con suficientes para todos los salones y todos los alumnos.
La iluminación representa otro dolor de cabeza, debido a la ausencia de bombillos en la mayoría de las lámparas. “Hemos tenido que comprar nosotros mismos los bombillos, a veces sale del bolsillo de la coordinadora, de la directora o del mío, pero no alcanza para comprar para toda la escuela“ aseguró Navas.
En los baños reside otro inconveniente, los sistemas hidrantes llevan meses dañados, por lo cual tienen que hacer magia para mantenerlos limpios y aptos para el uso de los 539 alumnos que integran la matrícula de esta unidad educativa.
Debido a que la ley impide pedir colaboración monetaria o cobrar inscripciones a los representantes, la situación se vuelve más precaria y difícil para adquirir los materiales que se necesitan.
Cancha sin inaugurar
La cancha es una de las pocas áreas de la institución que es nueva, sin embargo tras meses de su construcción nunca fue oficialmente inaugurada por las autoridades, por lo cual debieron utilizarla así, además de no contar con suficientes materiales deportivos como pelotas o mallas para practicar diferentes disciplinas
Falta de pertenencia
La falta de cooperación y de pertenencia a la institución por parte de los alumnos representa otro problema con el que deben lidiar los docentes. En días pasados un grupo de estudiantes tumbaron la cerca del patio al sentarse sobre ella, por no disponer de banquitos o sillas en esa área. Adicional a esto, los vehículos de algunos profesores han sufrido daños por tener que estacionarlo en el área donde juegan los jóvenes, sin que estos se hagan responsables.
Carlos Peña – cpena@diariolaregion.net // @Litozz