Vaivenes opositores

 

 

José Gregorio González Márquez

 

 

El tema electoral pareciera ser un carnaval para la oposición. Los líderes de la derecha venezolana no respetan las Instituciones, las desconocen y de paso, juegan con la soberanía ejercida por el pueblo en cada elección popular. Medirse en las urnas resulta frustrante  para quienes adversan el proceso revolucionario pues durante catorce años el pueblo los ha derrotado.

Las garantías que ofrece el Consejo Nacional Electoral no se dan en ningún país del mundo; las auditorías al sistema se hacen en presencia de técnicos y testigos de partidos políticos, de representantes nacionales, de invitados internacionales, de representantes de Instituciones públicas y privadas y aún así, la oposición vive gritando fraude.

Los comicios del 14 de abril sirvieron de plataforma para que Capriles y su caterva de seguidores intentaran torcer una vez más, la veracidad de los resultados. Los argumentos para desconocer la constitucionalidad  son falsos. Las mentiras que regaron usando la mediática nacional e internacional,  buscaba generar violencia y así  provocar una salida de facto. En su afán por acceder al poder, la oposición obvia los “daños colaterales” que pueda provocar. Once camaradas murieron por la acción vil de la derecha fascista.

Hasta el momento ningún dirigente opositor ha reconocido el triunfo del presidente Nicolás Maduro Moros. De hecho se pasean por el mundo denunciando un supuesto fraude. Sin embargo, ya comenzaron a proponer candidatos para las elecciones de alcaldes y concejales. La vergüenza no está en su escala de valores.

Toda la alharaca armada después del 14 de abril, desde las denuncias sin fundamento,  las matrices de opinión en el exterior, hasta las incitaciones a la violencia,  son acciones de intolerancia para atacar la Revolución Bolivariana.

Hoy, el descaro ronda en Venezuela. Resulta que ahora están dispuestos a participar en las elecciones y con ello, aunque no lo reconozcan aceptan no sólo el árbitro electoral sino también los resultados del pasado abril. Vaivenes opositores, burla para sus seguidores.

 

 

 

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