Exigen aplicar ley a “vecinos abusadores” en Guaicaipuro

Bebidas
Quien escuche música a alto volumen debe ser multado

Los residentes de sectores guaicaipureño como la urbanización El Trigo, residencias el Savil y El Encanto, barrio El Nacional o La Matica, comparten un mismo “problema” cada fin de semana, al llegar el día viernes: dormir se convierte en una acción difícil de concretar.

Y es que sin importar la clase social o el tipo de residencia en que vivan -casa, edificio o rancho-, en sus comunidades abundan los “vecinos abusadores”, esos que encienden a todo volumen sus equipos de sonido, dentro de sus viviendas o del carro, y escuchan música hasta que amanezca.

“Los que viven frente a mi edificio deberían ir presos”, reseña indignada Carmen López, vecina de la urbanización El Trigo, tras narrar como sus “vecinos abusadores” prenden la rumba el viernes a las 7:00 de la noche y la apagan la mañana del domingo.

“No es solo la música, es que además gritan, catan, horrible por cierto, y se molestan y hasta violentos se ponen si alguien se atreve a reclamarle que bajen el volumen”, agrega la mujer, quien admite que se trata de un problema de larga data al que ninguna autoridad municipal le ha puesto el ojo.

En El Encanto la cosa es similar. En esta popular zona tequeña, conformada por varios bloques, los abusadores usan el estacionamiento para armar la fiesta utilizando los equipos de sonido de los vehículos como autenticas discotecas.

Utilizan los carros como discotecas

“El fin de semana fue tal el desespero de los que intentaban dormir, que en horas de la madrugada y ante la indiferencia de las autoridades, los vecinos decidieron lanzarle botellas hasta que finalmente se retiraron”, narró José Ricardo Lobo, residente de la zona.

Reacción gubernamental
Ante el problema, la Secretaria de Seguridad Ciudadana del municipio Guaicaipuro puso a la disposición de la ciudadanía y consejos comunales la línea telefónica (0426)5364854 para recibir denuncias sobre vecinos que incumplan con lo establecido en la Ordenanza de Convivencia Ciudadana.

Gleen Rivas, secretario de Seguridad, informó que la ordenanza establece como faltas: Ingerir bebidas alcohólicas, ofrecer servicios sexuales en espacios y vías públicas, así como también la disposición de residuos sólidos fuera de los contenedores establecidos para ello y ruidos molestos utilizando cornetas y alto volumen de los equipos de sonido y organizar fiestas hasta altas horas de la noche, entre otras.

Señaló que estas faltas serán sancionadas con la colocación de multas hasta 10 unidades tributarias, decomiso preventivo del vehículo o moto hasta pagar la multa y ser retenidos hasta por 48 horas.

Rivas indicó que a través de esa vía se han atendido varias comunidades de manera inmediata, sobre personas que realizan fiestas hasta altas horas de la madrugada causando molestias a los vecinos.

Ejemplo a seguir
En los municipios Sucre y Libertador ya son varios los “abusadores” que han tenido que desembolsar una buena cantidad de dinero tras ser multados por violentar las normas de convivencia.

Es el caso de Luis Alberto Ramírez (18), quien tras admitir haber perturbado a sus vecinos cuando escuchaba música a alto volumen desde un vehículo en el barrio José Félix Ribas de Petare, municipio Sucre fue condenado a pagar una multa de 8.325 bolívares.

En la audiencia, el fiscal municipal 4º del Área Metropolitana de Caracas (AMC), Mauro Granadillo, ratificó la acusación contra Ramírez por la comisión de las faltas de desobediencia a la autoridad y perturbación causada a la tranquilidad pública y privada, de acuerdo con lo previsto en los artículos 483 y 506 del Código Penal, respectivamente.

El primero de estos contempla que “El que hubiere desobedecido una orden legalmente expedida por la autoridad competente o no haya observado alguna medida legalmente dictada por dicha autoridad en interés de la justicia o de la seguridad o salubridad públicas, será castigado con arresto de cinco a treinta días, o multa de veinte unidades tributarias (20 U.T.) a ciento cincuenta unidades tributarias (150 U.T.)”.

A otro que le tocó pagar 1.800 bolívares fue Javier José Robles Mendoza, quien perturbó a los vecinos del sector Primero de Mayo de la parroquia Santa Rosalía del municipio Libertador, cuando armó una rumba en plena vía publica.

“Eso es lo que tiene que aplicar la Policía de Guaicaipuro, el venezolano agarra el carril cuando le tocan el bolsillo, basta con que multen a un docena de abusadores tequeños para que los demás agarren mínimo y aprendan a vivir como ciudadanos”, agregó López.

Daniel Murolo – dmurolo@diariolaregion.net / @dmurolo

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