Presidenta de Brasil se reúne con políticos para negociar plebiscito

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se reunió este jueves para negociar una reforma política
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se reunió este jueves para negociar una reforma política

 Brasil ha vivido en estos días las mayores protestas de las dos últimas décadas

SAO PAULO. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se reunió este jueves con líderes políticos para negociar un plebiscito para una reforma política, mientras el Congreso aprueba vertiginosamente proyectos bloqueados hace años, en medio de históricas protestas.
Las mayores protestas en dos décadas, que han sacudido el país en plena Copa Confederaciones, van perdiendo intensidad aunque continúan en varias ciudades, incluida Fortaleza (noreste), donde se enfrentan en semifinal España e Italia a las 16h00 (19h00 GMT) para definir quién disputirá el domingo la final contra Brasil en el mítico estadio Maracaná de Rio de Janeiro.
Varios miles de manifestantes, en su mayoría jóvenes, se concentran este mediodía pacíficamente ante la Universidad estatal de Ceará, para marchar hasta el estadio Castelao. «Sin reforma agraria no hay democracia», leía una pancarta.
Los accesos al estadio fueron bloqueados por integrantes del batallón de choque de la policía y la policía montada, y se instalaron barreras metálicas para impedir el paso a los manifestantes.
Aunque su número ha disminuido desde hace una semana, cuando más de un millón de personas salieron a las calles, unos 40.000 marcharon el miércoles en Belo Horizonte (sureste), durante la semifinal entre Brasil y Uruguay (2-1), cuando un joven murió al caer de un viaducto y un grupo terminó la protesta con saqueos y enfrentamientos.
Otros cinco mil protestaron en Brasilia ante el Congreso, entre estos muchas familias.
Las manifestaciones se iniciaron hace más de dos semanas contra el aumento del precio del transporte, en un contexto de inflación elevada y bajo crecimiento económico. Pero rápidamente sumaron otras reivindicaciones, como penas más duras contra políticos corruptos y denuncias contra el millonario gasto público para el Mundial 2014, en vez de salud, educación y transporte.

Agencias

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