TROMPO EN LA UÑA// «El país de las lamentaciones» por @FMPinilla

Trompo
Columna Trompo en la Uña de @FMPinilla

Los días pasan y no terminamos de arrancar. Cada persona con la que hablas en la calle, expresa un desasosiego, una falta de motivación que eriza. El país de las oportunidades en el pasado, es hoy el país de las lamentaciones.

No es para menos. Salir a la calle se ha convertido en una proeza, en un reto a nuestra valentía, nuestra fuerza y nuestra estabilidad emocional. Salir a la calle a comprar comida es un karma, tanto por la escasez, como por los precios elevados. Mucho abogarán en este punto por los mercados populares, los Mercales y PDVAL, como una solución. Primeramente no tienen comida, segundo; es deprimente hacer colas para obtener descuentos míseros. Allá los que piensen que eso es calidad de vida.

Las personas que escucho, por lo general, tienen historias que no se alejan a las que vive este servidor y su familia, a la hora de buscar productos en el mercado. Historias patéticas en las que los rubros básicos parecen luces de navidad. Sin embargo, la culpa es de la “Derecha”, como declaró el nefasto señor Samán. ¿Cree que somos gafos? Explicarle a aquellos que aun creen ciegamente en estos corruptos que tanto regañó el finado y hasta los relevó de sus puestos, es ya ridículo.

Señores, la escasez tiene un solo culpable: el gobierno. La empresa privada tiene defectos, pero no es el coco que nos quieren mostrar. Muchos de los cargamentos “acaparados” que incauta el gobierno para luego surtir sus abastos y mercados vacios, no son lo que les dicen. Seamos seres pensantes. ¿Crees que una fábrica de un producto embolsa diez bolsitas de harina, por ejemplo, y sale corriendo a llevarlas al abasto de la esquina? ¡Por favor! Las empresas, por lo general, para los que no lo saben, tienen productos en existencia que van distribuyendo a nivel nacional. Eso no es acaparar, eso es producir para intentar llenar despensas.

Pero nos dejamos manipular. Portales informativos, afectos a este gobierno, denuncian que la harina de maíz que produce Alimentos Polar la están llevando para Colombia (país que produce de todo con materia prima de su suelo y que está viviendo una expansión con los tratados de comercio con EEUU, Israel, Europa, etc, etc… no con Cuba y Haití). La verdad detrás de la mentira, para intentar tapar la verdad, es que esa harina PAN, que se consigue en Colombia, es elaborada por: Alimentos Polar Colombia S.A.S, Km 33 Vía Facatativá, Cundinamarca, Registro Sanitario RSIAE14M00389 Industria Colombiana, bajo licencia de Alimentos Polar, C.A. El que tenga ojos que vea.

Las lamentaciones continúan en los jóvenes estudiantes que ven sus futuros en jaque, con semestres perdidos ante una protesta justa. Las universidades son víctimas de un régimen que, entiende en el estudio, está la libertad de la mente y de los pensamientos, y por esto busca el control total del conocimiento. Triste creer que nos pueden doblegar. Triste la falta de respeto a las universidades, signo de la ignorancia que carcome esta farsa. Siempre he dicho que los profesores, policías y médicos, deberían tener salarios justos, con los mejores beneficios, por el aporte que hacen a nuestra sociedad, por su importancia en la vida de cada ser humano. Sin embargo, ninguno recibe el premio a su valor.

Ver un policía es ver matraca. Ver un policía es ver una realidad que no ha cambiado con aquella que aborrecimos en los cuarenta años de democracia. Los policías, en su mayoría, son personas mal preparadas, con su residencia en barriadas llenas de miseria y sin oportunidades que queremos disfrazar con el rojo de la mentira. La verdad es que muchos no están preparados psicológicamente, y la carrera, es como la docencia, en muchas personas, por sus malos beneficios económicos, la opción para los que no pueden aspirar a algo mejor. Distamos del pasado, cuando los docentes eran sinónimos de cultura y calidad de vida. Los policías parecen más malandros, porque justamente, así han crecido. No es su culpa. ¿Quién ha mejorado su vida en los últimos 14 años? Todos sabemos quienes sí son millonarios, quienes han surgido en la vida, quienes tienen centros comerciales, empresas, medios de comunicación, eso sí, de la nada. Criticar a los Mendoza u otra familia de tradición venezolana es ridículo, cuando su dinero lo han ganado trabajando, y no enchufados a un gobierno y absorbiendo el dinero, amigos que me leen, que es de ustedes y de la nación.

Por eso son las lamentaciones, la falta de motivación de las personas. ¿Quién puede ver el presente y sentir que las cosas están bien? Bolívar devaluado, dólar por encima de 32 Bs encareciendo todo cuando vemos en la calle y asegurándonos, que, aunque compren papel toilet y compren comida a Brasil, la escasez sigue, porque no producimos nada y ni para importar tenemos.

Triste es realmente tener que escribir de manera gris como lo hago ahora. Triste porque no me dejo cegar, porque lo que digo lo veo lo que camino en la calle. Es la realidad: La violencia, la pobreza, la falta de salud, pues lo pobre médicos cubanos, suerte de esclavos modernos, trabajan con las uñas, con lo poco que tienen. Oscura realidad la que se vive internamente en ese submundo; prestados por sus dueños, la dictadura castrista, vienen a Venezuela presos, encerrados, sin libertad, como pretende este gobierno que, más de 28 millones de venezolanos, estemos en algún momento.

¿Hay sentido común? ¿Hay respeto por la vida? ¿Hay ansias de una mejor vida? Yo sí tengo las tres. Por eso te digo esto a ti que aun crees. No soy más, ni menos que tú. Ansío lo mismo, una mejor vida, ansío hablar con la gente en la calle y no sentir que la oscuridad se cierne sobre sus vidas y no nos deja ver el milagro de estar vivos en este país bendito.

Por ahora, todo sigue igual.

Fernando Pinilla / @FMPinilla

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