TROMPO EN LA UÑA// «Apuntando hacia el lado equivocado» por @FMPinilla

 


Las prioridades están orientadas hacia la dirección equivocada. Mientras que el país se desmorona cada día de manera acelerada, nuestros mandatarios, apuntan sus intereses hacia lado mas lejano de nuestra realidad.
Mientras el país carece de alimentos, no por culpa de la derecha, sino de una política de atentar contra la empres privada, el productor e intentar manejar de forma monopólica, todos los hilos económicos del país; mientras que el país sufre de los embates de la inseguridad que no da tregua a los ciudadanos (la cifra de homicidios en Caracas, solamente, en el mes de junio fue de 478 muertes violentas, y al mes de implementado el plan el número de homicidios ascendió a 486 según denunció con números en mano, Delsa Solorzano),  mientras en el país sufrimos de una devaluación que nos traga como un inmenso sapo a una pequeña mosca; mientras las probabilidades de superar este escollo, son lejanas y casi utópicas; nuestros representantes, reclaman por el caso del señor Snowden, El ex contratista de una agencia de inteligencia de Estados Unidos; o el hecho que al señor Evo Morales no se le permitiera aterrizar en suelo europeo, por presumir que en el interior del jet en que viajaba, se encontraba el ex contratista arriba mencionado, acusado de revelar una cadena de espionaje realizado a varios países por parte de Estados Unidos. ¡Seamos serios! ¿Me importa la casa del vecino cuando la mía se cae? Lógicamente que no.
No hablamos de no ser solidarios, hablamos de nuestras prioridades por encima de cualquier cosa. De una crisis universitaria que necesita de un verdadero diálogo, de una negociación real, para mejorar nuestro sistema universitario, golpeado y devaluado en todas sus condiciones, acrecentado por el discurso estéril de la desestabilización de la derecha. ¿Hasta cuándo se van a cerrar los ojos a las realidades del país? ¿Seguiremos culpando a todo el mundo de nuestros males? Parece que este gobierno, no piensa cambiar.
El tema del señor Snowden, sirve de cortina de humo junto con el caso de Evo Morales, que serán los que tomen el testigo de mano de la anterior cortina de humo, la reunión de Capriles con Santos, que a su vez, lo tomó de la mano del caso del cineasta norteamericano, los paramilitares colombianos, los aviones de la oposición en la base colombiana; el atentado, el magnicidio y hasta todos los viajes que realiza en los últimos días el presidente. ¿Algún caso resuelto? ¿Algún caso de verdad de importancia? Pura paja.
A los empleados que no les rinde el dinero para llevar comida a su casa, no les interesa si Snowden reveló una red de espionaje norteamericano. El tema de Estados Unidos y el espionaje, no es nuevo. Una nación que está envuelta en todos los temas bélicos del país, con amenazas de cada régimen del mundo, con una serie de atentados terroristas aun como fantasmas caminando por sus calles, es lógico que desconfíe de todo el mundo. Aún más, cuando tienes a un grupo de gobiernos que, aunque no son amenaza ni para un jardín de infancia (Ecuador, Bolivia, Cuba y Venezuela), viven hablando de comunismo, socialismo, el imperio, la derecha y con la constante ofensa hacia el gigante del norte. Si a Evo no lo dejaron aterrizar en suelo de aliados norteamericanos, es obvio, cuando el primer mandatario boliviano ha expresado su deseo por socorrer a un hombre que pone la seguridad de un país en peligro con sus declaraciones. ¿Qué esperaba? ¿Un abrazo?
El niño que llora y la mamá que lo pellizca, reza un refrán popular. Un gobierno que busca cualquier distracción para evitar poner el pecho a los problemas, y estas nuevas excusas que caen del cielo, no colaboran. Con este tema pasarán algunas semanas en los que los problemas caerán entre hielo y serán sedados. Las realidades pasaran desapercibidas, los escándalos como el de Mario Silva, seguirán en silencio, así como sucedió con el caso Makled. Todo termina en un callejón sin salida, en el que lo líderes opositores, no terminan de encontrar la estrategia correcta.
¿Cómo seguimos hablando de socialismo? ¿Cómo seguimos hablando de revolución? Si en la era del difunto no eran ciertas estas definiciones, en la actual menos. Caminamos por calles repletas de anarquía permitida por la falta de trabajo del gobierno, por la irresponsabilidad que abona la tierra para que la crisis se acreciente en el país. Mano dura, trabajo y dedicación son las armas para sacar al país del hueco en el que las cortinas de humo, como la de Snowden y Evo, nos tienen enterrados. Estamos ante un gobierno que, como sabemos, son rápidos para investigar casos opositores (Mardo, María Corina), pero por el contrario lento, cuando se trata de los grandes escándalos de los inquilinos de Miraflores. No podemos hacerle el juego a este gobierno, no podemos dejar que sus excusas sean más fuertes que nuestra realidad como nación. Es impensable que sigamos dando cancha a la mentira, la ofensa, la amenaza, la excusa y que pasivos, permitamos la barbarie de un grupo político descontrolado, sin argumentos y que se nota, está dando pataletas de ahogado. Señores, no se puede bajar los brazos.
Las siguientes semanas ya conocemos la línea a seguir por parte de los rojos. Reuniones, giras por otros países, declaraciones nefastas, ofensas, amenazas a todo el mundo, y cuando se enfríe el tema, la búsqueda de otra gran excusa, para cerrar los ojos ante la realidad. Para seguir mintiendo por países diciendo que somos un país exportador de gas, cuando lo importamos de Colombia. Lo importante, no caer en el juego y no bajar los brazos. Pacíficamente se debe seguir denunciado, reclamando y exigiendo que a nuestros problemas, no se les dé más vueltas. Necesitamos respuestas y acciones, y no más de la cháchara con la que nos llenan los oídos y nos quieren cegar la vista.

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