
Los familiares de los pacientes que esperan a las afueras de la sala de emergencia manifiestan que los vigilantes sólo impiden el ingreso de periodistas y no se ocupan de los demás
Pese a que más de 100 milicianos fueron enviados para custodiar las instalaciones del hospital Victorino Santaella la semana pasada, sólo unos cuantos pueden ser divisados y se encuentran apostados en ciertas áreas del nosocomio.
Diariamente uno de ellos se ubica en los accesos al hospital para evitar la entrada a los periodistas de los diversos medios de comunicación regionales y nacionales y colocar trabas para que estos no puedan dar a conocer el verdadero estado de las instalaciones y la falta de insumos a nivel general.
Otros se colocan a las afueras de la sala de emergencia y evitan el paso de algunos familiares a la zona donde tienen a los pacientes.
“Aquí no hay seguridad, los pocos brigadistas y vigilantes que existen sólo hacen el paro. Lo único que los he visto hacer es no dejar entrar a los periodistas al interior del hospital pero de lo que verdaderamente se deben ocupar no lo hacen. No sé a qué le tienen miedo o qué están escondiendo. Tengo a mi hijo hace dos días aquí y solo he visto como a seis de la brigada deambulando por ahí”, aseguró una de las usuarias del nosocomio.
Los estudiantes de carreras como Enfermería, Terapia Ocupacional, Fisioterapia y Medicina que realizan sus pasantías en las instalaciones del hospital afirman que los vigilantes les revisan todo antes de salir y los obligan a sacar las cosas de los bolsos como si fueran unos delincuentes.
“Siempre hay problemas por esa situación, a uno lo revisan de pies a cabeza como si fuéramos maleantes. De paso no sé qué nos vamos a robar si ni siquiera hay nada aquí; nosotros somos estudiantes, no hampones”, dijo una de las pasantes que labora en el nosocomio.gf
Ronald Gil
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