200 personas visitan a diario La Mariposa para consultarse

Santeros
De lunes a lunes ofrecen lectura de tabaco, tarot, caracoles, trabajos especiales para espantar la pava, velaciones, despojos y prácticas asociadas a la santería

Varias relaciones fallidas que terminaron  sin razón aparente llevaron a Josefina y sus amigas a una misma conclusión: alguien “le montó un trabajo”, por lo que no dudó en consultarse.

Cuando de cuestiones esotéricas se trata, La Mariposa se impone como opción en los Altos Mirandinos debido a que desde hace aproximadamente dos décadas se reúnen personas que afirman tener facultades especiales.

Así pues, Josefina dio con quien se autodenomina espiritista, quien solo al ver la afligida cara de la fémina de 30 años que vive en Los Teques, le dijo que iba a ayudarla a resolver su problema de desamor, afirmación que para ella resultó ser una prueba fehaciente de que no se trataba de un charlatán.

-Cuando de cuestiones de amor se trata uno no escatima,  así que para quitarme la pava en el plano sentimental no dudé en desembolsillar 20 mil bolívares fuertes y pagar   adicionalmente unos productos que me mandaron para realizarme unos baños en mi hogar. Ahora estoy feliz en una relación que va para matrimonio el año que viene.

Lo que para muchos resultaría un relato descabellado no lo es. En promedio, unas doscientas personas acuden diariamente en busca de estos personajes que tienen ubicados sus altares en las inmediaciones del reservorio de agua, para conocer qué les depara el futuro, deshacer  o montar algún trabajo, mejorar la suerte en el amor y las condiciones laborales.

Uno de los espiritistas consultados, quien se negó a revelar su identidad, refirió que las féminas suelen ir por “rollos amorosos”, mientras que los hombres no se quedan atrás “pero sus preocupaciones suelen ser más de índole financiera, de malas rachas”.

-Cada caso es distinto y dependiendo de qué se trate se actúa; en función de esto van los precios, una lectura de tabaco puede rondar los 500 bolívares mientras hay trabajos que alcanzan los 30 mil bolívares, todo depende de la situación.

Entre rituales y supersticiones

Muchos de estos rituales santeros implican el sacrificio de animales como chivos, cuyas cabezas suelen ser lanzadas en plena vía pública e incluso al propio embalse, encendiendo las alarmas de las autoridades que han realizado varios operativos a propósito de tumbar los altares colocados.

No obstante, la superstición de un país caracterizado por sus múltiples creencias ha hecho “echar para atrás” estas acciones emprendidas por los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes se niegan a tocar las imágenes y ofrendas dejadas por los mal llamados brujos por temer que una maldición les arruine la vida.

“Yo no creo en eso pero de que vuelan vuelan”, refiere un vecino de la zona que se ha quejado en reiteradas ocasiones de los olores pestilentes que emanan los rincones donde acumulan las cabezas de los animales degollados.

-Si a las autoridades les da miedo qué  quedará para  nosotros que hacemos vida aquí y tenemos que convivir con estas personas. Una cosa es respetar la libertad de culto y otra muy distinta que nuestra calidad de vida se vea desmejorada por la actuación de estas personas, porque uno también debe aguantar el perenne olor a tabaco que por demás está decir es dañino para la salud.gf

A la buena de Dios

Apartando las prácticas que se llevan adelante cada día  a lo largo y ancho de la vía de La Mariposa, los residentes y conductores se quejan de las pésimas condiciones de la carpeta asfáltica, caracterizada además por la oscuridad que reina ante un deficiente sistema eléctrico.

“Cada vez que la carretera Panamericana colapsa por una protesta, por nombrar una situación específica, ésta se convierte en la vía alterna pero últimamente ante las pésimas condiciones que presenta hay que pensarlo dos veces antes de meterse por allí”, refirió Gabriel Cedeño, taxista que hace carreras desde Caracas hasta la capital mirandina. “La Mariposa se ha convertido en tierra de nadie”.

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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