La larga marcha

 

Pompeyo Márquez

 

El historiador Germán Carrera Damas tiene un ensayo titulado: “La larga marcha de Venezuela hacia la democracia”. Relata cómo desde 1810-1811 se inició esa larga travesía que tiene su primer gran tropiezo con el derrocamiento de la Primera República, y la forma cómo Bolívar, en el Manifiesto de Cartagena, se refiere a ese primer intento. Por su parte, el historiador Elías Pino Iturrieta, en su “Simón Bolívar” analiza las consecuencias que al discurrir de los años tendría de negativo dicho manifiesto: “Es la cuna del centralismo y del autoritarismo.”

El siglo XIX transcurre entre caudillos militares y guerras civiles, a las que pone fin Juan Vicente Gómez en 1903. Los primeros 28 años del siglo XX fueron de satrapías, de dictaduras militares, con el paréntesis de 1934 a 1948, lapso en el cual según el historiador Manuel Caballero incorporó dos nuevos actores a la vida nacional como lo fueron los militares y las masas populares; luego se vive otra dictadura militar de 1948 a 1958 con Pérez Jiménez. Se creyó después de 30 años de República civil que no se volverían a las dictaduras militares, y de nuevo caemos en una autocracia militarista que se inicia en 1998 con Chávez, y que hoy trata de perpetuarse en el poder con una cabeza civil, Maduro, al que los militares le sirven de sostén.

Durante 15 años de resistencia se ha conformado un movimiento unitario que es ya mayoría y que enfrentará con coraje y decisión las elecciones del 8D, cuando se espera ratificar la mayoría que le fuera arrebatada el 15 de abril a Capriles.

El derrumbe del llamado socialismo del siglo XXI, copia de la dictadura cubana, clama por cambios de sociedad, de modelo político-económico-social. Y eso estará presente este 8 de diciembre.

Hay que poner fin a este modelo fallido que a “nombre de los pobres” se trata de eternizar en el poder. Ese socialismo estatista, centralista, fracasó en toda la línea incluso en Cuba, como lo demuestra Américo Martín en su último libro sobre Fidel y Raúl, quienes están buscando las maneras de zafarse de “un modelo que ni siquiera a los cubanos sirve”, -Fidel dixit.

Da risa, para no decir otra cosa, el “convencimiento socialista” de Cabello que llegó a declarar que él nada tenía que ver con socialismo, que eso no estaba planteado el 4 de febrero. A lo cual agregamos, que mucho menos está en la Constitución vigente, que habla de que “Venezuela es y será democrática para siempre.”

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