Venezuela tiene una de las tasas más altas de homicidios de mujeres

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Según el estudio de “Small Arms Survey”, en torno a unas 66 mil mujeres son asesinadas cada año, un 17 % de las cuales son víctimas de homicidios intencionados. / Fotos: Carlos Díaz

Reinas de belleza e incluso presidentas de países como Brasil, Argentina y Costa Rica han sido algunos de los títulos conquistados por las mujeres, que en medio de la espiral de violencia desatada a nivel mundial, también han pasado a protagonizar titulares de las páginas de sucesos, situación conocida como “feminicidio”.

Este fenómeno ha sido estudiado de cerca por la organización “Small Arms Survey”, según la cual catorce países de Latinoamérica y el Caribe se encuentran entre los 25 estados con mayor tasa de homicidios contra mujeres, lista encabezada por El Salvador, donde 12 por cada 100.000 féminas son asesinadas; nación seguida por  Jamaica, Guatemala, Sudáfrica, Rusia, Guayana, Honduras, Azerbaiyán, Las Antillas, Colombia, Bolivia y Bahamas.

Venezuela no escapa de esta realidad, ubicándose entre los territorios donde se registran de 3 a 6 muertes violentas por cada 100.000 féminas, según lo refleja el informe titulado «Feminicidio: Un Problema Global», que analizó los datos de asesinatos de mujeres a nivel mundial desde 2004 a 2009 y concluyó que el porcentaje de feminicidios es «significativamente mayor en los territorios con altos niveles de homicidios».

En general, los porcentajes de feminicidios son más elevados en países caracterizados por altos niveles de violencia, y en estos casos las mujeres «son atacadas en la esfera pública y los asesinatos son perpetrados en un clima general de indiferencia e impunidad», características que aplican a Venezuela, que estuvo en el ojo del huracán en el año  2010, cuando el boxeador Edwin “Inca” Valero actuó en contra de su esposa, Carolina Viera de Valero, de apenas 24 años de edad, a quien acuchilló en reiteradas ocasiones y ya antes había sometido a severas golpizas.

Violencia desbordada no hace distingo de género. / Foto: Carlos Díaz

Posibles soluciones

Poco se ha escrito sobre el escabroso tema, pero ya son muchas las ideas que hay para combatir el flagelo, como las mencionadas en la página web 20minutos.es que incluye, en primer lugar, incorporar a los programas docentes códigos específicos que expliquen y aclaren todas las veces que haga falta que hombres y mujeres son personas iguales; personas libres con los mismos derechos y deberes.

También proponen la creación de manuales para las familias. “El mundo privado es un espacio neutral en el que ambos géneros colaboran para su mejor gestión. Los oficios, desde limpiar el baño, hacer la cama, cocinar, fregar u ocuparse de qué falta en el frigorífico para reponerlo, no es, en absoluto, una ocupación de exclusividad femenina. Es un cometido que compete a todos los que comparten ese espacio privado; a todos les corresponde por igual colaborar para que la convivencia en ese espacio resulte más fácil y mejor”.

-El mundo de la comunicación en el sentido más amplio debería hacer una reflexión profunda. Ahora mismo, los medios de comunicación social son una de las puntas de lanza del poder masculino. El lenguaje es un arma poderosa que puede ayudar a cambiar actitudes. La imagen lo es tanto o más que el lenguaje. Las claves de la comunicación hoy siguen siendo machistas. Las mujeres, en este terreno, deberían exigirle mucho más a los poderes públicos. Los hombres adultos están ya tan contaminados que no ven algunos códigos machistas y los perciben como normales, pero a los niños y niñas se les puede salvar todavía de esta contaminación que conduce a la hecatombe.

El feminicidio se ha convertido en un dolor de cabeza a nivel mundial. Foto: Carlos Díaz

Altos Mirandinos sangriento
Precisamente el jueves primero de agosto Celeste Yépez, de apenas 24 años de edad y próxima a obtener su título de abogada, secuestrada junto a un ciudadano de nacionalidad portuguesa en El Encanto, fue hallada muerta con varios impactos de bala en el sector El Samán, kilómetro 16 de la Autopista Regional del Centro (ARC).

El trago amargo no ha terminado de ser pasado en los Altos Mirandinos, cuando ya se registró otro caso de feminicidio. En esta ocasión la víctima fue María de los Ángeles Moreno, de 25 años de edad, quien tras protagonizar varias disputas domésticas con quien fuera su pareja, esta vez resultó muerta tras recibir varias puñaladas.

Ante la recurrencia de estas fatídicas situaciones, que según cifras extraoficiales en el año 2013 ha cobrado 99 vidas en el Área Metropolitana de Caracas (lo que representa un incremento de 132% con respecto al 2012), voceros de Polimiranda, Cicpc y Poliguaicaipuro exhortan a las víctimas de violencia a denunciar de manera oportuna, porque un porcentaje significativo de estas féminas termina muerta a manos de su pareja, convirtiéndose en una especie de tragedia anunciada.

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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