
Escandalizada. Así se encuentra la sociedad venezolana ante la nueva ola de robos que se ha desatado en un territorio que dejó de ser referencia por sus mujeres bellas y el petróleo para ser conocido como el país de lo insólito.
Uno de los hechos curiosos que ha puesto a Venezuela bajo la lupa internacional durante los últimos meses es la escasez de papel higiénico que ha desatado reacciones que van desde la ira pasando por los lamentos hasta la sátira.
El problema no había sido solucionado cuando la harina de maíz precocida pasó a la lista de los más buscados de las amas de casa, quienes aún deben visitar no menos de cinco locales para hallar el preciado producto que es ofertado con limitaciones.
Como si no fuera suficientemente inaudita la situación, estos artículos se convirtieron en blanco de los antisociales que desde sus motos acechan a sus víctimas y cargan con su mercancía.
Así lo ratifica Ester Morales, quien tras visitar cuatro comercios y hacer una cola de una hora junto a su hija para poder llevarse un par de paquetes fue víctima de un arrebatón. “Iba caminando por La Bermúdez el viernes a las 5:00 p.m. cuando escuché unos motorizados muy cerca; pensé que me iban a quitar la cartera o el celular que acababa de meter pero resulta que me arrancaron de la mano la bolsa con el papel de baño que acababa de comprar y salieron a toda velocidad en dirección a Los Nuevos Teques; me imagino que a hacer la misma gracia con quienes salieran del automercado”.
Ella no ha sido la única víctima del robo que para muchos resulta jocoso, por lo que los comerciantes, conscientes de esta situación, están recomendando a los compradores llevarse los codiciados productos en bolsas negras “para no llamar la atención”.
-Vivimos en un país de locos. Uno no sabe si ponerse a reír o llorar; yo creo que en ningún otro rincón del mundo se ve este tipo de situaciones, ni a nivel de desabastecimiento ni de inseguridad. Jamás imaginé que iban a asaltarme por unos rollos de papel tualé.
Pero hay más
Mientras la gente debe lidiar con la inflación, el desabastecimiento y la inseguridad reinante, otro nuevo tipo de crimen ha cobrado auge en estados como Zulia y Carabobo, amenazando con expandirse por más ciudades: el robo de cabello.
Sí, no leyó mal. Un grupo de personas ha encontrado en la venta de extensiones hechas con cabello natural la forma de ganar dinero. Aunque el negocio es legal, pues en varias peluquerías compran las melenas a sus clientas para hacer pelucas, las llamadas “Pirañas” lo arrebatan.
Pueden ir armadas con tijeras, bisturís, e incluso picos de botella para realizar el corte, lo que suele ir acompañado de un forcejeo y golpes a la víctima. Para la fecha se han hecho públicos varios casos en la entidad zuliana, donde se han ventilado a través de medios de comunicación regionales; sin embargo, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) no ha tomado cartas en el asunto alegando que no han recibido ninguna denuncia formal.
Mientras muchas personas instan a las féminas a recogerse el cabello usando colas o gorras, las autoridades reiteran el llamado a denunciar para poder tomar cartas en el asunto y dar un parado a este nuevo motivo de preocupación que pareciera ser una leyenda urbana.
Mal uso
Mientras varias féminas han pasado el trago amargo de ser atacadas por su larga cabellera, hay personas que se han dedicado a utilizar las redes sociales para hacer falsas denuncias sobre el caso, como ocurrió el pasado viernes cuando se ventilaron cuatro supuestos casos ocurridos en Caracas, información que rápidamente se filtró en los medios de comunicación y que posteriormente fue desmentida.
En tal sentido, voceros policiales exhortan a que acudan a las sedes a dar parte de estas irregularidades, reiterando que la denuncia formal y oportuna es la única manera con la que cuentan los efectivos de dar una respuesta no sólo en los casos de robo sino de secuestros, extorsión y hurtos.
Johana Rodríguez – [email protected]/@michellejrl