Infierno en la vía

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En los primeros 7 meses de 2013 ocurrieron 199 accidentes de tránsito en en el tramo Caracas-Los Teques

 En más de una ocasión la carretera que conecta la capital del país con los Altos Mirandinos ha sido testigo de cómo un descuido humano o fallas en la vía han iniciado incendios capaces de arrasar con todo lo que consiguen a su paso, incluyendo las vidas de los desafortunados que se encontraban en el lugar equivocado.

Hace menos de dos años, ocurrió uno de los accidentes de tránsito más frescos en la memoria colectiva de quienes día transitan por la Panamericana. Aproximadamente a las 2 de la tarde de ese fatídico 29 de diciembre del 2011, 14 personas fallecieron cuando una gandola que transportaba gasolina volcó a la altura del kilómetro 3, afectando a otros 10 vehículos.

Una unidad de transporte colectivo, que fue la última en prenderse en fuego, resultó ser una trampa mortal para los pasajeros, pues muchos no lograron salir a tiempo y quedaron calcinados o asfixiados dentro del autobús.

Experiencia aterradora

“Solo recuerdo el río de gasolina corriendo por la vía, metí la camioneta hacia el monte, bajé a la familia y les grité que corrieran hacía el barranco”, testimonios como el de Carlos García, retratan el pánico que vivieron quienes lograron salvar sus vidas e incluso la de muchos más.

“Un grupo de 15 a 20 personas nos abrimos paso entre el monte, y logramos salvarnos porque llegamos a las instalaciones del hipódromo” relató Mariana Tánez, una de las sobrevivientes que rindió declaraciones acerca de cómo se bajó de su vehículo y ayudaron a algunos pasajeros del autobús, antes de que las llamas los alcanzaran.

Gracias a personas como Mariana, a los habitantes del sector “La Invasión” que se acercaron rápidamente a brindar apoyo  y a la acción de los bomberos se logró disminuir el número de víctimas mortales.

Vía peligrosa

De parte del Cuerpo de Bomberos de Miranda, participaron 64 efectivos y 10 unidades para lograr controlar el fuego. “La estación de San Antonio fue la primera que pudo atender el incendio y lograron auxiliar a las personas que corrían despavoridas por el miedo a las llamas”, recuerda el Comandante de los Bomberos del estado Miranda, Coronel Javier Mendoza.

“Existían dos versiones, unos decían que había sido por imprudencia, mientras que el conductor dijo que estaba esquivando a otro vehículo y por ello perdió el control y la tubería golpeó contra la cuneta, pero es muy difícil hablar de exceso de velocidad, porque la gandola iba subiendo y cargando 30 mil litros de gasolina”, explica Mendoza.

Para el jefe de estos héroes mirandinos, la Panamericana es una vía muy peligrosa. “Actualmente los accidentes se están dando hacia la parte de Tejerías, incide la ausencia de ojos de gatos, la señalización no adecuada y la espesa neblina. Entre los Alpes y Puerta Morocha es donde más ocurren. El exceso de velocidad y el asfalto de mala calidad que están colocando (se deteriora a los pocos meses) generan más accidentes”.

No en vano, esta ruta es considerada una “guillotina”. Precisamente un año antes de esa tragedia, un hecho similar enlutó a otra familia venezolana, cuando el conductor de una gandola que transportaba 43 mil litros de gasolina, murió calcinado tras volcarse en el kilómetro 9.

Incendios estructurales

Además de estos accidentes de tránsito que culminaron en incendios debido al tipo de material que transportaban, en los últimos años se han desatado algunos otros fuegos de magnitud considerable, especialmente en horas de la noche.

En el año 2009, la fábrica de muebles Nailam, en el kilómetro 34, sector Cumbre Roja, se convirtió en un infierno que culminó con la pérdida total del inmueble, a pesar de los esfuerzos de los bomberos. La misma suerte corrió en el 2011 la fábrica de muebles Maguro, ubicada en el kilómetro 9. A estos sucesos se les suman anualmente los incendios de vegetación, los cuales “han aumentado considerablemente este año, generalmente se producen porque las personas lanzan colillas de cigarrillos encendidas”, informa Mendoza.

Al respecto, el Coronel llama a evitar estas prácticas que ponen en riesgo la vida de muchas personas y recomienda que en caso de estar presente en un incendio cuyo fuego ya tenga grandes proporciones, lo más adecuado es no tratar de apagarlo con un extintor y llamar inmediatamente al número de emergencias 171.

Carlos Peña – cpena@diariolaregion.net/@Litozz

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