La renta petrolera suicida…

El petróleo es solo una de las incuantificables riquezas de Venezuela, lo triste es que sí pudiésemos compararlo con un turismo desarrollado o una agricultura nacional moderna el petróleo sería un ingreso más, como le pasó a Noruega que comenzó la carrera petrolera al mismo tiempo que nuestro país y hoy día el ingreso por este mineral es solo uno más entre tantos otros y prácticamente no se toca, va a un fondo especial para afrontar calamidades o simplemente para asegurar a las generaciones noruegas futuras recursos para que no mermen su extraordinaria calidad de vida.

En Venezuela el petróleo ha sido una maldición, dinero fácil que ha permitido a nuestros gobernantes hacer lucrativos negocios de importaciones olvidándose de desarrollar integralmente al país, así mismo, han mantenido al pueblo esclavos de estos recursos so pretexto de distribuir la renta petrolera a través de diversas políticas sociales ¡imagínense! Venezuela el país más rico del mundo con una población que lo que desea es que el gobierno le regale una casa y le mantenga a través de ayudas públicas ¡bochornoso! La gran pregunta es ¿será posible desarrollarnos así o alcanzar una alta calidad de vida? Pues sencillamente no.

Venezuela se encuentra en el Siglo XXI afrontando calamitosas (y penosas) crisis de desabastecimiento y escasez, con los ya endémicos infernales niveles de inseguridad e inflación, sin olvidar el colapso estrepitoso de los servicios públicos e infraestructura nacional, otra interrogante ¿usted cree que con tantos recursos habidos y por haber nos merecemos esta descalidad de vida? Yo estoy seguro que si ¡si nos la merecemos! porque no solo hemos hecho de la política un entretenimiento sino que hemos hecho de los gobernantes seres supremos quienes debemos agradecerles sus errores y pésimos manejos de recursos públicos. Lo peor es que no se observan esfuerzos tendentes a resolver nuestras tragedias, muchísimo peor es que no se ve al pueblo exigiéndolos.

Hoy día nuestro país, el más rico del planeta, posee una población que desea vivir de la caridad gubernamental es algo sencillamente ¡vergonzoso! El petróleo nos ha maldecido, el dinero fácil nos ha castrado nuestras cualidades libertarías, hoy somos un país que solo depende del precio del barril para ver cuanto dura una determinada casta gubernamental. Cuando usted oiga “renta petrolera” está escuchando su sentencia. Hay que dejar el petróleo atrás y desarrollar nuestro turismo, nuestra agricultura, nuestra educación… ¡Ya es hora coño!

Leandro Rodríguez Linárez   / @leandrotango  

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