La mayoría de los niños van a tener una infección de la piel en algún momento, por lo que son un motivo frecuente de consulta en atención primaria y en dermatología pediátrica. Las infecciones virales más comunes de la piel en niños son el molusco contagioso y las verrugas, que tienen características clínicas específicas y el tratamiento se centra en las opciones con mejores resultados.
El molusco contagioso es una infección de la piel, viral, benigna, autolimitada y común. Por lo general, afecta a los niños y es causada por un virus de la familia poxvirus. La infección es poco frecuente en niños menores de un año de edad y suele producirse en los niños de 2 a 5 años. Se contagia por el contacto con personas afectadas, con objetos infectados o por autoinoculación en la que el paciente de forma manual, o por medio de objetos, se transmite el virus de un lugar a otro. La condición es más común en niños pequeños y en niños que nadan, que se bañan juntos y que están inmunosuprimidos.
El molusco se presenta como múltiples pápulas perladas o de color de la piel, con forma de cúpula y una depresión central (umbilicación), que suelen aparecer en el tronco y las zonas de flexión. Varían en tamaño desde 1 mm a 10 mm, con un crecimiento que ocurre durante varias semanas. En niños sanos, las lesiones pueden persistir durante seis a ocho semanas, pero la duración de la infección en promedio es de al menos ocho meses, ya que aunque desaparezcan algunas lesiones, van a aparecer nuevas debido a la continua autoinoculación.
Las verrugas virales son proliferaciones benignas del epitelio (capa más superficial de la piel), causadas por el virus del papiloma humano o VPH. Pueden afectar a personas de cualquier edad, pero son más comunes durante la infancia y adolescencia. El aspecto clínico de las verrugas depende de su ubicación, siendo las manos y los pies los más afectados. En general pueden presentarse como lesiones aisladas o formar grupos que asemejan un mosaico.
Existen diferentes tipos de verrugas virales siendo las más frecuentes las verrugas vulgares que son pápulas de color de la piel, con una superficie rugosa y dura. Por otra parte las verrugas plantares aparecen en las plantas de los pies, con un crecimiento hacia el interior de la piel por la constante presión al caminar lo que las hace dolorosas. En otras ocasiones son verrugas planas que, como su nombre lo indica, son pápulas planas dispersas en la cara, brazos y piernas.
El tratamiento del molusco contagioso es controversial. Puesto que al ser una infección de curso benigno que generalmente se resuelve espontáneamente, el tratamiento no suele ser necesario y también la mayoría de las verrugas desaparecen espontáneamente en dos años. Sin embargo, algunas lesiones persisten y se convierten en lesiones dolorosas, de gran tamaño, con una mayor probabilidad de autoinoculación en otras áreas del cuerpo. Además, a menudo existe presión de los padres para tratar a sus niños, por el estigma de lesiones visibles y la alta probabilidad de contagiar a otros miembros de la familia o de la escuela.
Por esta razón, en muchos casos se indican tratamientos que en niños deben ser simples, baratos, eficaces, seguros y relativamente sin dolor. Como la aplicación de queratolíticos: el ácido salicílico sobre la lesión, cuyo objetivo es destruirla tratando de no irritar la piel sana de los niños.
En los casos que no mejoren o que por su localización no puedan ser tratados con queratolíticos, como la cara, se puede eliminar las lesiones por curetaje con anestesia tópica en el caso del molusco y con cirugía menor en las verrugas, aplicando anestesia tópica inicialmente y luego inyectada alrededor de la lesión para disminuir las molestias ocasionadas. A pesar de haber sido eliminadas con queratolíticos o cirugía, las lesiones pueden recurrir ya que se trata de un virus, por lo que se deben implementar otros tratamientos más avanzados como la aplicación de inmunoterapia tópica como el Dinitroclorobenzeno, el uso de Imiquimod en crema, cimetidina oral, la terapia fotodinámica con Metvix y el tratamiento con láser de colorante pulsado.
La Dra. Ingrid Rivera, por su experiencia como dermatólogo y pediatra opina que, para realizar los procedimientos en el consultorio, es de mucha ayuda aplicar anestesia en crema en la lesión a tratar previamente, explicarles a los niños el procedimiento que se les va a realizar sin engaños y un ambiente de tranquilidad, confianza y paciencia, permite que estos procedimientos en niños sean llevados a cabo sin inconvenientes.