El despojo del Esequibo

¿Qué se ha hecho durante todos estos años revolucionarios para reactivar y recuperar nuestro territorio? Lamentablemente nada

¿Qué se ha hecho en estos años revolucionarios para reactivar y recuperar nuestro territorio?

El mayor despojo territorial que ha sufrido nuestra patria lo constituye la Guayana Esequiba, conocido también como Territorio del Esequibo. Son más de 159.000 km2 situados en la margen occidental del río Esequibo. Todos los venezolanos crecimos con dos conceptos muy sembrados en nuestro ser: ¡el Golfo y el Esequibo son de Venezuela! Todos nos formamos con nuestros libros de Geografía de Venezuela, donde el mapa territorial siempre tuvo la «zona en reclamación» marcada con rayas diagonales.

Todas nuestras constituciones han señalado, con algunos bemoles, lo que establece la Constitución de 1999 en su Artículo 10: «el territorio y demás espacios geográficos de la República son los que correspondían a la Capitanía General de Venezuela antes de la transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, con las modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad».

Muchos venezolanos, auténticos patriotas, a lo largo de nuestra historia republicana, han dedicado sus vidas a estudiar y defender que el territorio nacional, correspondiente a la antigua Capitanía General de Venezuela antes de la Declaración de Independencia, incluye la antigua provincia de Guayana desde el Delta del Orinoco hasta el margen del río Esequibo.

La historia del arrebato territorial se remonta a 1834, cuando el británico Robert Schomburgk realizó una primera y arbitraria demarcación, llamada línea Schomburgk, que nos despojaba de 4.290 km2. En 1839 trazó una segunda línea avanzando 141.930 km2 hacia territorio venezolano. En 1886 fueron modificadas las líneas de Schomburgk por funcionarios del Colonial Office, estableciendo una nueva línea que nos arrebataba 167.830 km2 y, finalmente, el imperio británico pretendía llegar a quitarnos 203.310 km2 de nuestro territorio.

Schomburgk, al trazar sus líneas, recomendó al imperio que poblara aceleradamente el territorio usurpado con inmigrantes anglohablantes para que no tuvieran relación cultural ni idiomática con los venezolanos. Así lo hicieron.

Las protestas de Venezuela fueron enérgicas, constantes y bien documentadas. Ese territorio pertenecía al antiguo imperio español, por tanto eran tierras venezolanas que se correspondían con la antigua Capitanía General. Gran Bretaña provocaba a Venezuela para entrar en un conflicto bélico. La naciente nación, tras años en la guerra de independencia, estaba empobrecida y no podía ni tenía cómo entablar guerra en contra del imperio usurpador. En 1886, Venezuela rompe relaciones diplomáticas con Gran Bretaña.

A fines de ese siglo, el presidente norteamericano Stephen Cleveland pronunció un muy duro discurso ante el Congreso de su país contra el imperio británico, instándolo a detener la invasión del territorio venezolano y forzándolo a resolver el asunto mediante un arbitraje internacional. En 1997, Venezuela y Gran Bretaña firman su disposición de ir a un proceso arbitral que se conoce como el Tratado de Arbitraje de Washington.

Durante el proceso, Venezuela presentó todas las pruebas sobre la titularidad del territorio Esequibo. Gran Bretaña presentó mapas falsos y documentos irrelevantes. Aún así, se produjo el más nefasto Laudo Arbitral en París (octubre de 1899), que dio relevancia a las pruebas falsas y desechó las aportadas por nuestra patria, dándole legalidad al despojo territorial. Los árbitros, manipulados y comprados, fallaron a favor del imperio. Venezuela nunca aceptó la validez de aquel fallo y sostuvo siempre su nulidad absoluta.

En 1966 se buscaba que Venezuela reconociera el nacimiento de la ahora recién independizada República Cooperativa de Guyana, lo cual Venezuela sabiamente condicionó a continuar con la disputa territorial (Acuerdo de Ginebra). Este inmenso logro diplomático revivió jurídicamente el reclamo y se abrió la vía para la revisión del infame laudo arbitral de París. Se establecieron 3 años para buscar acuerdos bilaterales. No se lograron. Ahora el asunto está en manos de la ONU.

¿Qué se ha hecho durante todos estos años revolucionarios para reactivar y recuperar nuestro territorio? Lamentablemente nada. De manera comprimida hemos tratado de recordar el caso del despojo y la reclamación territorial venezolana más importante de nuestra historia, ahora cuando el gobierno de Guyana ha otorgado concesiones justo frente al Delta del Orinoco y, lejos de escuchar alguna voz de protesta de quienes hoy nos gobiernan y se dicen más patriotas que nadie, se sientan amablemente junto a quienes violentan nuestra soberanía sin hacer el más mínimo reclamo a sus acciones. ¡El Territorio Esequibo es de Venezuela!

Gerardo Blyde / @GerardoBlyde / gblyde@gmail.com

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