La permanencia y «aparición» de los productos de la cesta básica alimentaria continúa «muy inestable», debido a que una semana aparecen los rubros, la otra faltan algunos o simplemente vuelven a ausentarse por largos periodos de tiempo ocasionando angustias entre los venezolanos.
Artículos como la mantequilla, el azúcar, la harina de maíz, la harina de trigo, el aceite vegetal y la leche en polvo son «los dolores de cabeza» de las amas de casa tequeñas que diariamente deben hacer «safaris» y andar en la «cacería» de los alimentos.
«A veces sucede que llega suficiente cantidad de un producto, pero si se ha tardado mucho la gente compra en cantidades exageradas y así es que se agota casi inmediatamente el artículo», dijo la cajera de uno de los supermercados del centro de la ciudad capital mirandina.
Largas colas siguen siendo «el pan de cada día» de los habitantes de los Altos Mirandinos, lo que ocasiona muchas veces trifulcas y discusiones entre los mismos consumidores, por ende los encargados de los expendios de alimentos han tenido que regular las cantidades permitidas por persona para así lograr abastecer a un mayor número de personas.
Los productos regulados se asoman muy poco en los anaqueles de los comercios, quienes cuando no tienen las presentaciones a precio sugerido ofrecen unos cuantos kilogramos de las llamadas premium.
«Si uno va a una bodega te venden los productos el triple de lo que realmente cuestan y muchos por necesidad las compramos igual porque hay que resolver», manifestó Raquel Lozano.
Sumado a ello, se encuentran los precios de las frutas, verduras y legumbres que aumentan sus precios casi semanalmente. «Los precios varían dependiendo de la cantidad de lluvia que caiga, ya que esta muchas veces daña las cosechas y es cuando los precios suben», aseveró Raimundo Pérez.
Ronald Gil – rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21