Más participación para salvar el derecho a la información

Que un circunstancial gobernante -ninguno será eterno en vida y en cargo- amenace a la ciudadanía de una nación con frases destempladas como, “Tenemos muy bien identificados a los periódicos … golpistas. Todo el mundo sabe cuáles son las televisoras golpistas del país», simple y llanamente para conminarlos a que se hagan eco de la acción propagandista de la élite y partidos de gobierno, aún a riesgo de no decir la verdad y tergiversar la realidad, aconseja a emprender mayor participación ciudadana para salvar la democracia, las libertades y el derecho a la información y la opinión públicas.

Los autores Daren Acemoglu y James Robinson, de la Universidad Harvard, Estados Unidos, derivan, de ideas del Nobel de Economía, Douglass North, el concepto de “élite extractiva”, según el cual, “algunos políticos, o aprendices de político, se creen con el derecho a gozar de impunidad para ignorar los intereses generales y explotar a la población”.

Se trata de su libro, “Por qué fracasan las naciones”, en el que se logra explicar la razón por la que ciertos países fracasan a pesar de tener los recursos necesarios económicos, geográficos y naturales suficientes para alcanzar el éxito. Verbigracia, la llamada República Bolivariana de Venezuela.

Estos economistas definieron el concepto de élite extractiva, “como un sistema de rentas que permite, sin crear riqueza nueva, detraer rentas de la mayoría de la población en beneficio propio.” En opinión de los autores del libro, “en algunos países se instala un pequeño grupo de personas en el poder, desde donde se dedican principalmente a mejorar su propio bienestar económico en detrimento de la gran mayoría”.

La pregunta es necesaria, pertinente y oportuna, ¿Quién es el verdadero golpista, el medio de comunicación que informa y permite opinión sobre la expoliación económica y política cometida en perjuicio del ciudadano, o el mandatario y su entorno que dilapidan, derrochan y desperdician el erario público para su particular peculio o provecho?

La idea de conspiración, según multiplicidad de autores, suele estar vinculada a la estrategia que tiene el propósito de quitar el poder que ostenta un  HYPERLINK «http://definicion.de/persona» sujeto, por caso el pueblo que vota o elige de buena fe. De esta manera, la conspiración abarca a un conjunto de actos llevados a cabo por distintos individuos para vencer las fuerzas del soberano, que no es otro que el ciudadano elector, previamente inducido a elegir bajo engaño y demagogia.

Técnicamente, según el diccionario de la Real Academia Española, ”un golpe de Estado es una medida grave y violenta por la cual se toman los poderes del Estado, usurpando las atribuciones de otro”. Siendo uno de los pasos estratégicos de cualquier golpismo: negar la democracia, vulnerar las libertades ciudadanas y vetar el derecho a la información y la opinión públicas.

El país, aunque usted no lo crea, sabe muy bien quienes son los históricamente golpistas, los describen Daren Acemoglu y James Robinson en el libro antes citado, «son grupos que no buscan generar riqueza nueva, sino simplemente extraer para sí la riqueza existente de la mayoría de las personas, lo cual por supuesto contribuye al empobrecimiento general de la población, puesto que la diferencia de rentas entre un grupo minoritario y la mayoría se hace más evidente con el paso del tiempo».

Hernán Papaterra   hpapaterra@yahoo.com

 
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