
Montañas de basura que van creciendo cada vez más es la realidad que viven los vecinos de la comunidad San Diego de los Altos, en el municipio Guaicaipuro, quienes esperan horas, días y hasta un mes para que el camión recolector haga acto de presencia.
En un recorrido realizado por el equipo reporteril del diario La Región se pudo constatar la situación narrada por habitantes del sector que prefirieron no ser identificados. La insalubridad que se respira en los alrededores del lugar es un tema preocupante, principalmente por los niños y ancianos que conviven con ratones y cucarachas.
Los vecinos claman por que esta problemática sea solucionada, hacen un llamado a los entes correspondientes a que, como hacen lo hacen en otros sectores, visiten San Diego de Los Altos de manera constante; sin duda, lo que más se observa en la zona son desechos que adornan sus alrededores.
Los huecos cumplen años
La vialidad se ha convertido en otro inconveniente sin solución, tanto así que muchas de las «troneras» llevan años causando estragos a los conductores que deben ingeniárselas para esquivar los huecos.Algunas personas ya los tienen memorizados para no seguir dañando sus vehículos que son los principales afectados.
Por esta razón, los motorizados que transitan por la zona deben hacerlo de forma prudente si no quieren sumarse a la lista de los que que han rodado literalmente, por las calles. “Un plan de asfaltado es urgente, lo venimos pidiendo desde hace años, la respuesta la seguimos esperando”, aseguraron.
A oscuras
En cuanto a la iluminación, las noches se convierten en una boca de lobo, la gente debe transitar “totalmente a oscuras porque no hay postes de luz en funcionamiento a los alrededores, lo que conlleva a que cada uno tome sus previsiones a la hora de salir a la calle, especialmente si regresan tarde a casa.
“Las únicas luces son las de las casas que iluminan la calle“, aseguró uno de los lugareños indignado por los traumas que debe vivir en los alrededores del lugar donde habita con su familia.
Por su fuera poco, el paso de efectivos policiales es poco o casi nulo en las horas en la que la mayoría de los ciudadanos regresa de sus labores diarias, lo que complica aún más las situación, cada quien vela por su seguridad.
Enumerando
En la lista de problemas se encuentra la ausencia de un ambulatorio cercano, ante cualquier complicación de salud las personas deben dirigirse a El Laurel (Cecilio Acosta). Quienes deseen salir luego de las 8:00 p.m. de su hogar ante cualquier circunstancia y no cuenten con carro propio deben ingeniárselas porque el transporte (jeeps) solo trabaja hasta las 8:00 p.m.
La misma comunidad se ha abocado a resolver parte de sus dolores de cabeza realizando jornadas de limpieza de las cunetas a las cuales se le acumulan parte de los desechos que son arrojados allí. También se han dedicado a disminuir parte de la maleza que cada vez más arropa al sector añadiendo que dicho monte está lleno de desechos, por lo que el trabajo es doble.gf
Ríos de aguas negras
Los desagües en las casas del lugar causan constantemente lagunas y ríos de aguas residuales al no contar con un drenaje. Los lugareños deben convivir con los malos olores que esta contrariedad causa, además se “come” parte de los bordes que sostienen diversas casas por el agua negra que cae de manera continua.
Carlos Sosa – [email protected] / @carlossosa7