EXCITANDO EL PALADAR // Cimarrón ¿Un Chocolate Politizado? por @gabrielbalbas

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Cimarrón ¿Un Chocolate Politizado?

No sé si es por el tema económico, que ha encarecido los precios del chocolate importado, fortaleciendo la industria del producto nacional. Tal vez es la moda “fit”, que nos ha mostrado los beneficios de consumir nuestro  chocolate en barras con alto % de cacao y menores proporciones de azúcar…  Quisiera pensar que el venezolano ha educado su paladar y está ponderando mejor el chocolate nacional frente al mantecoso importado, pero creo que sería pecar de ingenuo. Lo cierto es que sea cual sea la razón, lo que es fácilmente constatable es que el mercado del chocolate nacional crece a pasos agigantados, pasando en pocos meses de un par de opciones, a un variado abanico de interesantes propuestas criollas.

Es difícil describir la emoción de descubrir un nuevo producto para ser catado. Después de haber ido a Ecuador a conocer sus chocolates “República del Cacao”, tener la oportunidad de pasearme por el chocolate colombiano “Santander” y darme el lujo de deleitar mi paladar con el ostentoso “Godiva”, cualquiera pudiese creer que ya nada impresiona a este mochilero con aires de Chocoholic ¡Nada más alejado de la realidad! Pues mi emoción es la misma cuando consigo un chocolate venezolano que desconozco, en la estantería de un supermercado.

Para esta mochileada no necesité agarrar uno de esos largos vuelos (que a mí me encantan) Tampoco tuve que recurrir al dolor de cabeza de CADIVI, ni pagar una millonaria suma a una línea aérea. Estos chocolates llegaron a mis manos, cuando yo ni siquiera les buscaba, más no por el fortuito encuentro dejaron de ser gratas experiencias gastronómicas dignas de ser contadas.

CHOCOLATE HECHO EN SOCIALISMO
Es una lástima que en Venezuela hasta el chocolate se haya politizado. A fin de cuentas una barra de chocolate es capaz de sacarle una sonrisa a los de izquierda o los de la derecha.

Cimarrón es una marca que había escuchando desde hace bastante tiempo, más aún desde que colocaron una fabrica en el camino que va hacia a mi casa en Los Teques. Siempre había tenido curiosidad por explorar el tan publicitado chocolate “socialista”. Recuerdo que más de una vez, mientras trotaba en las mañanas por Parque del Este, me vi tentado a ir tras una barra de Cimarròn. Sin embargo, nunca concretaba mis ansias de probar el dichoso chocolate, hasta que finalmente un sábado en un supermercado de Los Altos Mirandinos pude comprar una barra de este producto con empaque rojo rojito.

Cimarrón ¿Un Chocolate Politizado?

LAS NOTAS DE CATA
Lo caté como a todo chocolate que llega por primera vez a mis manos. Admiré el brillo que muestra al ser observado con detenimiento. En nariz, Cimarrón muestra una amplia gama aromática, que se pasea por notas ahumadas, café recién molido, papelón, pasas, frutos secos y hasta especias dulces; haciendo énfasis en la vainilla. En Boca, es un chocolate bastante cremoso, graso y untuoso; con predominio de notas a papelón, ahumados y especias.

Intenté conocer más sobre este chocolate, pero el empaque solo llega a develar el origen del peculiar nombre: Cimarrón, así se llamaba a los esclavos que lograban escapar de sus amos en época colonial; y Melembe, palabra que traduce Dulce o suavemente. Al querer profundizar más sobre este producto, me topé con el tema político que quieren imponerle.

CHOCOLATE IDEOLOGIZADO
En la información del Cimarrón no había rastros de los diferenciales de este producto con sus similares en el mercado, solo se indicaba que este es un chocolate socialista, distinto a los chocolates “capitalistas” distribuidos por la industria privada ¡Ahora resulta que los chocolates tienen ideología política!

La nota también decía que la planta elaboradora de este chocolate está en Cagua y recientemente inauguró una cede en Los Teques. En conjuntos ambas plantas elaboran, según la nota de prensa, 1800 kilos de chocolate diarios. No soy experto en producción, pero el número parece un tanto exagerado.

Según el SIBCI (Sistema Bolivariano de Comunicación e Información) la producción del chocolate Cimarrón en Carupano (Edo. Sucre) será posible a través de un convenio entre Cuba y Venezuela – Vale preguntarse ¿Qué tienen que ver los cubanos en todo esto? – Además de tener un proyecto de planta en conjunto a Rusia – ¿Y la soberanía de nuestro Cacao dónde quedó? – para exportar chocolate a Siria ¡Que enredo!

De verdad que triste que una nota sobre un chocolate, que a mi parecer es de bastante calidad, no nos cuente de cuales zonas proviene el cacao utilizado, o el tipo de grano que se utiliza para la elaboración.  La nota divaga entre culpar a Capriles  y sus “políticas neoliberales” del declive de la producción cacaotera en Miranda, además de hablar de “Cuerpos combatientes” como si la industria del cacao en Venezuela fuese una guerra en la cual nuestras tierras ven amenazada su soberanía.

¿CONSUMIDOR SESGADO?
Del lado del consumidor también vemos el sesgo político, mis notas de cata sobre el chocolate Cimarrón apenas fueron comentadas por par de apasionados gastronómicos en las redes sociales, a diferencia de cuando he hablado de otros chocolates nacionales. Parece que más de uno se asusta, o disgusta, con la etiqueta de Hecho en Socialismo, la cual a mi no es que me agrade, pero más allá de eso se trata de un producto elaborado con los mejores cacaos del mundo ¡Léase Cacao venezolano!

Más allá del tinte político que imprime su empaque, chocolates Cimarón es elaborado con ese esfuerzo que ponen los cultivadores de Cacao en nuestro país. Esos héroes achocolatados que llevan a cabo una labor envuelta en procesos tradicionales y hasta manuales.

Cimarrón es un chocolate de calidad, que con un poco de asesoría puede mejorar y ser más competitivo.  Tiene buen sabor, aroma y temperado, pero hay un problema notorio de moldeado,  parece que confunden el término artesanal con rustico o tosco; presentando una barra demasiado gruesa, que dificulta picarlo y degustarlo.

Gabriel Balbás

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