Del país de las misses al territorio de las colas

30-30-H
El país se ha convertido en el hazmerrír del mundo debido a la ausencia de papel higiénico

Cada vez que se acerca un proceso electoral surgen promesas de toda índole, la más popular es la mejora de la movilidad urbana.

Venezolano que se respete pasa más horas “atrapado” dentro de su carro por el embotellamiento vehicular que en su propio hogar, realidad de la cual no escapan los altomirandinos que deben lidiar con el caos que cada día se vive en la vía expresa que los conecta con la capital de la República.

Sin embargo, ya este no es su  único dolor de cabeza, deben hacer colas para diversas actividades, algunas de las cuales rayan en lo insólito.

Cola en la Panamericana: En promedio quienes hacen vida en los Altos Mirandinos y trabajan en Caracas pasan seis horas en colas entre ir y venir de su casa a la oficina. Si a eso se le suman las ocho horas de labores y el tiempo dedicado a dormir, apenas pueden vincularse con su familia.

Tal es el caso de Marcelo Jiménez, habitante de José Manuel Álvarez y de oficio taxista, quien dice que ve a su esposa e hijos a las 5:00 a.m., antes de irse a trabajar y luego dormidos, al llegar a las 10:00 p.m. “Tratamos de compartir los fines de semana”.

Cola para hacer mercado: Lo que antes era una actividad cotidiana y hasta tediosa se ha convertido en toda una odisea. “Primero hay que lidiar con la inflación que hace que todas las semanas los productos estén más caros, segundo con la escasez y tercero con las tánganas que se forman para adquirir el papel higiénico, harina de maíz precocida, leche en polvo y aceite”, relató Virginia Querales, ama de casa.

-El otro día salí con un morado del mercado porque llegó un lote de papel sanitario al local y la gente enloqueció y comenzó a empujarse como si lo estuvieran regalando. De paso después hay que hacer tremenda cola para pagar por los dos paquetes que te dejan llevar.

Cola para pagar: “Hasta para pagar en este país hay que hacer cola. Desde cancelar el estacionamiento de algún centro comercial hasta un servicio como agua, luz o condominio hay que llenarse de paciencia y esperar el turno”, refirió un alegre Rafael Mejías, quien precisamente hacía la cola en una línea de taxi capitalina para llegar a su hogar en La Quinta, Los Teques, antes de que comenzara a llover.

Cola para ir al cine: En medio de tanto caos cotidiano, la gente busca opciones para distraerse y va al cine. Sorpresa: también hay que hacer fila para adquirir la entrada y ligar que queden boletos para la película que deseas.

“En los Altos Mirandinos son pocas las opciones recreativas y cada vez que llegan las vacaciones, el calendario marca un puente o simplemente es fin de semana uno termina estresado porque hay tanta gente en la calle que terminas saliendo para hacer cola para comprar comida -lo que incluye cazar la mesa para sentarte-, la mega fila para ingresar a la sala de cine -tras hacer una para comprar las cotufas y refresco-; en fin, en este país todo es una cola”, añadió Pablo Meléndez, habitante de la otrora ciudad del clima ideal.

Cola en el banco: Hacerle un cheque a alguien se ha convertido en la maldad de la vida debido a las interminables colas que hay que protagonizar para cobrarlo. Aunque la tecnología se ha convertido en la gran aliada de las entidades financieras, éstas no terminan de descongestionarse.

“Yo no sé manejar internet y como ya estoy jubilada no me molesta ir al banco; de hecho, programo mis visitas y ya se que voy a pasar no menos de mediodía, así que me llevo un libro o un crucigrama. Además, siempre hay alguien dispuesto a hablar y quejarse de las largas colas”, sentenció entre risas la abuelita Yajaira Chávez, quien agregó que prefiere entrar al banco que exponerse en los cajeros “donde también siempre hay cola, pero además estás en plena vía pública. Uno no sabe quien le está echando el ojo”.

No se  estrese

Con tantos problemas que generan angustia -inseguridad, inflación, desabastecimiento, deserción escolar- no hay que estresarse más de la cuenta, así que cuando le toque hacer una cola respire profundo, búsquele conversación al que tiene al lado o navegue por internet desde su teléfono inteligente.

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

Salir de la versión móvil