Matan a joven por defender a su madre

 Sentada en un muro a las afueras de la morgue de Bello Monte, Marta Carmona trataba de conservar la calma para contar como una tonta pelea acabo con la vida de su hija

Un disparo en el pecho que le segó la vida, terminó con los sueños de Johana Alejandra Ordoñez Carmona, una adolescente de 16 años de edad que partió de su natal Cali, en Colombia con un equipaje lleno de proyectos  que pretendía realizar en Caracas.

Johana era una joven alegre que siempre mostraba una sonrisa en el rostro, pero tenía un temperamento fuerte cuando se trataba de confrontar situaciones adversas, como por ejemplo que alguien se metiera con uno de sus seres queridos. En esta ocasión ese mal genio la condujo a su propia muerte.

Sentada en un muro a las afueras de la morgue de Bello Monte, Marta Carmona trataba de conservar la calma para contar como una tonta pelea acabo con la vida de su hija. El llanto la invadió al señalar que hace dos meses se la trajo de Colombia para que terminara sus estudios de octavo grado en la capital venezolana, donde ella tiene siete años viviendo. «Tantos sueños que no podrán ser», dijo.

Marta es manicurista y tenía en sociedad con una amiga, un puesto ambulante de pinchos. La noche del viernes decidió dejar la venta a cargo de su socia para descansar. Su hija le dijo que estaría afuera con sus amigos, junto al negocio donde se reunían grupo de amigos a beber licor y degustar la comida callejera.

La última vez que vio a su hija viva fue a la 1:00 de la madrugada cuando se asomó a la calle al no verla en su cama. “Ella estaba allí con los muchachos. No vi mayor problema. Yo le pedí que no regresara tarde pero como estaba cerca de la casa me acosté y no supe más de mí. Me quedé dormida. Cuando mi nuera fue a buscarme ya Johana estaba herida», relató.

Eran casi las 4:00 de la madrugada del sábado cuando se originó una discusión en el puesto de pinchos. Un sujeto que había visitado la venta en otras ocasiones se molestó por alguna razón y comenzó a vociferar ofensas contra Marta, aunque ella no estaba presente.

Johana enfurecida no perdió oportunidad de salirse al paso y le exigió respetara el nombre de su madre porque de lo contrario se arrepentiría. El delincuente amenazó con matarla y ella, en una muchachada le dirigió la misma amenaza.
Unos amigos de la adolescente al ver que la situación se salía de los límites, fueron en busca del hermano de Johana, quien llego de prisa y trató de controlarla. Ella le dijo «se están metiendo con mi mamá», pero él se quedó en silencio. «Me quedé callado porque ella estaba muy rabiosa y como esos tipos estaban allí, pensé que se irían. No podía ponerme en la misma, si ellos se atrevían a más, ahí si me tocaba a mi intervenir», contó el muchacho. El hermano de la jovencita trataba de convencerla de que entraran a la casa, pero ella conversaba por teléfono con alguien a quién le pedía apoyo «porque la estaban amenazando» comentó un testigo que escuchaba de cerca el diálogo que sostenía. Al trancar la llamada se escucharon los disparos.

El homicida de Ordoñez, fue hasta un vehículo pequeño de color oscuro, parecido a un Ford Fiesta. Tomó un arma de fuego que le quitó a otro hombre que lo acompañaba y soltó cinco disparos al aire. Uno impactó a la muchacha en el seno izquierdo. Su hermano y amigos la llevaron por sus medios al hospital Domingo Luciani, en El Llanito donde murió. El asesino y su cómplice huyeron.

La madre de Johana Carmona dijo que en el hospital se perdió un bolso con dinero y otras pertenencias de su hija, entre ellas su pasaporte. Cree que se lo robaron en medio de la emergencia.

Junto a su único hijo varón y el mayor de los dos que tuvo, la mujer esperaba que le entregaran el cadáver. Dijo que nada podrían hacer que le devolvieran la vida a Johana, su niña, a quien ahora tendrá que sepultar en Caracas, lejos de amigos, de familiares y de la tierra que un día la vio partir, en un viaje sin regreso.

 Crimen pasional

Durante este domingo fueron dos las adolescentes asesinadas en el municipio Sucre del estado Miranda. Este domingo, se registró en Caucaguita, el crimen de Ana Teresa Caldera Hernández, de 14 años.

La jovencita estaba en la calle La Laguna, frente a una vivienda, cuando un sujeto armado pasó en una moto y le efectuó siete disparos. Testigos que estaban en el lugar tuvieron que correr para resguardar sus vidas. La policía científica investiga el homicidio bajo el móvil pasional.

AA

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