Todo un éxito resultó la estreno de “La Herecia de la Tía Prudencia” en el Teatro Príncipe Felipe en Tegueste (Tenerife – España), una pieza teatral escrita y protagonizada por venezolanos que conjuga la comedia con el suspenso donde los cinco herederos de una inmensa fortuna son reunidos para cobrar los bienes de la Tía Prudencia, una importante Condesa que en su última voluntad y como único requisito para acceder a la herencia, es matar a uno de los elegidos.
Esta obra, interpretada por la reconocida actriza venezolana Elizabeth Morales, acompañada por Leonardo Abreu, Elisa González, Aldo Tejera y Verónica Núñez, bajo la dirección de José Zambrano, se desarrolla en un palacete donde Fulgencio –el fiel mayordomo – aguarda a los cuatro sobrinos de la Condesa Prudencia para dar lectura al testamento.
Uno a uno van llegando sin conocer la existencia del otro y una vez reunidos suceden acontecimientos extraños. Los cinco personajes verán como sus secretos salen a la luz y sin darse cuenta pasan de estar en una situación molesta a sentirse impotentes. A cada uno de ellos les empieza a ocurrir cosas terribles y la sospecha pasa de uno a otro. Finalmente se enteran de la verdad. Uno de ellos es un asesino y todo por la herencia de la Tía Prudencia.
El director de la obra, José Zambrano, quien tiene una larga trayectoria en Latinoamérica como actor de cine, teatro y telenovelas, relata que el objetivo de esta pieza original de Leonardo Abreu es descubrir lo que es capaz de hacer el ser humano por una herencia. “Para nadie es un secreto que muchas veces una herencia destruye relaciones familiares, incluso se ha llegado a matar por un legado que termina siendo envenenado. En la obra pretendemos dar a conocer esta triste realidad pero al mismo tiempo transmitir un mensaje que no es otro que el anteponer la razón ante la avaricia”, dijo Zambrano.
Por su parte Leonardo Abreu, autor de esta obra y uno de los protagonistas, destaca que al momento de escribir la pieza quiso marcar diferentes perfiles de personajes donde cada uno de ellos desarrolla un Trastorno Obsesivo Compulsivo. “En este sentido podemos ver a una cocodemonomaníaca que cree ver figuras demoníacas y estar poseída; a un Rupofolía que siente miedo a la suciedad; a una farmacomanía con dependencia excesiva a los medicamentos; y a una mujer que exageradamente debe comprobar una y otra vez que las cosas estén en su lugar, estando representada por el trastorno de verificación”, señala Abreu.
La compañía Fussion, que viene de presentar la divertida obra “Hasta que el divorcio nos separe” estrenada el pasado año igualmente en España y con buenas críticas recorriendo diversas salas de las Islas, pretende lograr el mismo objetivo con esta nueva puesta en escena. Para ello, ya tiene cerrada varias funciones después de su estreno el 18 de octubre en Tegueste. No se descarta que esta divertida obra de misterio donde nada es lo que parece pueda ser presentanda en un futuro próximo en las salas de teatro de Caracas, ciudad de donde son la mayoría de sus creadores.