Martes 29 de octubre, presuntos seguidores del Gobierno trancan la carretera Panamericana en al menos 4 puntos; queman cauchos e impiden el tránsito de miles de personas. Domingo 3 de noviembre, militantes del PSUV cierran el acceso a Higuerote, decenas de temporadistas quedan atrapados en la cola.
El objetivo de estos “trancazos” o “guarimba roja” como lo llaman los opositores, sería impedir concentraciones organizadas por el gobernador Capriles Radonski. Para el politólogo Sergio Graffe este tipo de acciones buscan aumentar la polarización política.
“Es una estrategia del oficialismo para dividir la sociedad entre ricos y pobres o entre buenos y malos bajo el supuesto de que los pobres y buenos, que serían mayoría, son los que respaldan el proceso político actual; al contrario, los malos y ricos lo rechazan y estarían en desventaja numérica”, asegura.
– Es por este motivo que la polarización política llega a su máxima expresión en tiempos electorales porque se ejecuta bajo la premisa de que es el momento cuando puede rendir la mayor utilidad posible que beneficie a los candidatos oficialistas.
Esta estrategia fue aplicada por el fallecido presidente Chávez cada vez que había elección presidencial y le dio resultados favorables; “pero es un mecanismo que funciona en un escenario electoral con evidente ventaja de apoyo popular hacia uno de los factores en pugna, como fue hasta hace pocos años para el oficialismo; sin embargo, es una realidad que en estos momentos existe una paridad electoral entre los que apoyan al régimen y los que lo rechazan, tal como lo indican los últimos resultados de votos obtenidos por Maduro y Capriles en las presidenciales de abril.Esa circunstancia hace que surjan otras razones políticas para “justificar” este fenómeno de comportamiento colectivo”.
– Es por este motivo que, a propósito de las elecciones municipales del próximo diciembre, se activaron “guarimbas rojas” en todo el país sobre todo en los lugares visitados por Capriles para apoyar a los candidatos de la MUD; sucedió en estados como Aragua, Barinas o Táchira pero en Miranda fueron especialmente fuertes y acompañadas de violencia física, como las 17 manifestaciones de calle del pasado martes cuando cerraron los accesos a Caracas desde el Tuy, Barlovento y los Altos Mirandinos para impedir que los trabajadores de la gobernación pudieran entregar un documento a la Vicepresidencia de la República para solicitar los recursos para el pago de los aguinaldos.
Para Graffe estas recientes protestas del partido de Gobierno y sus aliados fueron coordinadas para cumplir el triple propósito de sabotear las manifestaciones laborales de los trabajadores afectados; para generar zozobra en los sectores opositores y así lograr que aumente la abstención electoral entre ellos. Y a la vez para reagrupar las bases oficialistas y asegurar que puedan votar por los candidatos a alcaldes y concejales del Polo Patriótico, porque en elecciones locales como las de diciembre se estima que haya un significativo nivel de votos “cruzados” que podría afectar a candidatos que dependen del “efecto portavión” porque hay algunos que no tienen un liderazgo arraigado en la población; en esa comparación la desventaja es para la mayoría de los postulados por el oficialismo, como lo indican todas las encuestas autorizadas por el CNE para dar proyecciones de intención de voto.
Además, se espera que el nivel de participación en las elecciones de diciembre supere el histórico 60 % para este tipo de comicios locales, lo que implica que los “votos duros” no serán suficientes para garantizar que un candidato de alguno de los factores polarizados pueda garantizar la victoria si no cuenta con el apoyo del votante independiente o no alineado que sería la diferencia entre el triunfo o la derrota; este tipo de elector también es susceptible de ser persuadido a no votar si el nivel de violencia política le supone un riesgo físico.
Agrega que sin embargo el elector venezolano está altamente politizado y asiste a votar aún en condiciones adversas y ha asumido que el voto es la única ruta democrática para lograr cambios políticos pacíficos, sobre todo cuando se trata de elegir a gobernantes que tienen que ver con problemas cotidianos como la basura, los huecos en las calles o el caos vehicular, como alcaldes o concejales y para tomar la decisión de por quién votar debe reflexionar sobre lo que más le conviene a su municipio.gf
Daniel Murolo – dmurolo@diariolaregion.net / @dmurolo