¿Importación o traición?

Las importaciones en Venezuela prácticamente le dicen al venezolano “no eres capaz” no eres capaz de producir, de crecer, de desarrollarte. ¿Qué necesidad hay de importar hasta caraotas, arroz, leche, carne sí al menos 40% de nuestros suelos son fértiles? ¿Por qué importar decenas de miles de autobuses chinos sí en Venezuela hay talento y recursos no solo para fabricar esos buses sino tranvías, trenes y todo tipo de transporte?

 

 

Leandro Rodríguez Linárez

 

En Venezuela hoy día existe una nefasta práctica gubernamental, probablemente la más aberrante por sus terribles consecuencias, causante de la mayoría de los males que nos acongojan, esa práctica es la “Importación”. La cantidad de recursos invertidos en traer productos de toda índole desde otras naciones es una cifra inconmensurable, grotesca, pero lo profundamente lamentable es que dicha inversión es una acción total y absolutamente innecesaria ¡lo es! porque dichos productos perfectamente pudieran hacerse aquí en suelo patrio, con productores pequeños, medianos, grandes y mano de obra venezolana, generando crecimiento económico aquí en Venezuela no en otras naciones, además de generar empleo ¡aquí en Venezuela, no en otras naciones! recaudación fiscal ¡aquí en Venezuela no en otras naciones! precios bajos ¡aquí en Venezuela, no en otras naciones! abastecimiento ¡aquí en Venezuela, no en otras naciones! y un sinfín de beneficios más ¡aquí en Venezuela! ¡aquí! Sin embargo, es política vertical del gobierno apoyar productores de otros países antes que los nuestros ¿tiene sentido?

Existe una muy tergiversada versión “ideológica” que criminaliza al sector privado, el gobierno justifica la exclusión y el no apoyo a éste sector doméstico so pretexto que son explotadores y usureros cosa que llama poderosamente la atención mi estimado lector, porque sí en verdad existiese una conducta empresarial de éste tipo la mayor carga de responsabilidad no recayera en los empresarios sino en el gobierno mismo, porque serían las instituciones gubernamentales que lo permitieran en términos de ineficiencia, complicidad y corrupción, así de sencillo.

Las importaciones en Venezuela prácticamente le dicen al venezolano “no eres capaz” no eres capaz de producir, de crecer, de desarrollarte. ¿Qué necesidad hay de importar hasta caraotas, arroz, leche, carne sí al menos 40% de nuestros suelos son fértiles? ¿Por qué importar decenas de miles de autobuses chinos sí en Venezuela hay talento y recursos no solo para fabricar esos buses sino tranvías, trenes y todo tipo de transporte? ¿Qué necesidad hay de importar compatriotas venezolanos sí podemos producir de todo? ¿Se imaginan esa cantidad de recursos desperdiciados en importaciones invertidos en salud y educación? ¡Que país tan distinto tuviéramos!

Amiga, amigo lector, desde el fondo de mi alma tricolor seguro estoy que en la forma, manera y dimensiones en que el gobierno importa no es otra cosa que ¡traición a la patria, a los intereses de todos los venezolanos!

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