Y entonces llegó Miley y su exhibición corporal –el DJ Redfoo también lució cuerpo–. Imitando una escena de «Encuentros en la tercera fase», descendiendo de una nave espacial desde el techo del recinto, la ex Montana interpretó «We can’t stop» de una manera sorprendendentemente poco efectista, casi incluso sosa, vestida (que ya es novedad) de látex color metálico y acompañada por una bailarina enana embutida en cuero negro.
Katy Perry sí dio una gran golpe de efecto con su puesta en escena, elevándose unos cuatro metros sobre el suelo mediante cuerdas invisibles dando un enorme extra al aspecto visual de «Unconditionally».
Uno de los premios más importantes de esta cita es el de «Mejor Hip Hop», la música que arrasa en casi todas las listas internacionales. Y fue a parar a Eminem, que también se llevó el galardón de «Icono Global».
Agencias