«Tragedia que no debe volver a ocurrir»
El papa condenó el miércoles la muerte de unos escolares en Damasco alcanzados por un obús de mortero, una «tragedia que no debe volver a ocurrir».
Durante una audiencia general ante 50.000 personas en una plaza San Pedro llena, Francisco pidió a la multitud «rezar intensamente» por ellos.
«Hace dos días, recibí con gran dolor la noticia de que unos niños que volvían de la escuela murieron alcanzados por un obús de mortero, junto al conductor del autobús. Por favor, ¡que tal tragedia no vuelva a ocurrir nunca más!», suplicó.
El lunes, la caída de un obús sobre una escuela cristiana y un autobús escolar en Damasco dejó nuevo niños muertos y más de 20 personas heridas, según medio oficiales.
Desde hace meses, Damasco es objetivo de obuses disparados por los rebeldes que se encuentran en la periferia de la ciudad. La nunciatura (embajada de la Santa Sede) ha sido alcanzada la semana pasada por un obús.
Al finalizar la audiencia, el papa también se refirió al drama de Filipinas y la ayuda a los cientos de miles de víctimas: «son las verdaderas batallas por librar, batallas por la vida», dijo a los fieles y subrayó la importancia de la solidaridad.
Agencias
