Cuando de comprar a precio de gallina flaca se trata, ni la lluvia es capaz de dispersar a los dispuestos compradores, como se evidencia en la cola que hay en la sucursal de JVG del CC La Cascada desde el fin de semana.
Y es que lejos de reducirse, la fila se mantiene, debido a que cada día más personas se acercan a “echar un ojito”, tal como lo aseguró Soledad Rubio, quien se turna con su novio en la cola para lograr ingresar a la tienda y ver qué se puede llevar por 20 mil bolívares.
“La verdad es que en este momento no necesito nada, pero en este país es mejor invertir porque el dinero se devalúa con el paso de los días, así que si pudiera llevarme algo bien sea para guardarlo o revenderlo, sería excelente”, señala la vecina de Carrizal.
Como ella son muchas las personas que no tienen claro qué desean adquirir; sólo saben que deben aprovechar la oferta y llevarse algo.
Este espíritu es el que ha llevado a la gente a “enloquecer”, como lo asegura un comerciante del centro comercial La Cascada que pidió no ser identificado, quien ve con recelo “como personas que no apoyan al Gobierno hoy le hacen el juego saliendo a comprar por comprar, porque aquí no vemos gente de estratos bajos, sino de la clase media”.
-Afortunadamente en mí ni se han fijado porque mi rubro no lo han nombrado. Somos un pueblo incoherente: el Presidente dice que el consumismo es malo y alborota a la población haciendo que vayan a comprar artículos que no son de primera necesidad; debería comenzar metiéndole mano a la comida; y por otro lado, tenemos a un venezolano promedio que se queja que el sueldo no le alcanza, pero mágicamente hace una cola para llevarse un televisor de 50 mil bolívares.
A juicio del entrevistado debe existir una mesa de diálogo entre el Gobierno y el sector empresarial “para llegar a acuerdos que beneficien a todas las partes implicadas”.
Mientras muchos esperan ese debate, los clientes persisten en las colas en las afueras de las tiendas en distintos rincones del país, a la vez que la comisión fiscalizadora sigue haciendo las inspecciones de rigor, verificando que los márgenes de ganancia sean “justos”.
“En muchas tiendas el descuento ha alcanzado el 60% de descuento, pero en otras no llega ni al 15%, por lo que la gente sala decepcionada y en casos extremos ese es el detonante de las acciones violentas”, refiere Hugo Mesa, comerciante entrevistado.
-La gente no termina de entender la dinámica comercial; a ellos simplemente les interesa que se le venda lo más barato posible, sin importarle que esto nos lleve a la quiebra. Ahora gozan llevándose todo a su paso, bien sea porque lo pagaron o saquearon, pero quiero verle las caras en diciembre cuando todas las vidrieras estén peladas, situación que se extenderá quien sabe hasta cuándo.
En el ojo del huracán están los centros comerciales, los cuales están siendo visitados por Indepabis y Seniat, tal y como se pudo observar en el centro comercial La Casona II, en San Antonio de los Altos, donde más de 30% de las tiendas exhibe sendas calcomanías en las cuales se puede leer multas por tener márgenes de ganancia superiores al 80%.
Sin ambiente
En vísperas de la navidad y el proceso de elecciones municipales “no hay ambiente de nada, sino tensión e incertidumbre”, refiere María Bustamante, vecina de El Trigo, que ayer estaba en la perfumería haciendo la cola para llevarse los 3 paquetes de papel sanitario y 2 de pasta dental permitidos.
“Cada vez que hay elecciones uno ve toda la ciudad forrada de propaganda y como suele coincidir con diciembre, los panfletos se pelean con los adornos, pero con todos estos anuncios económicos no parece que pronto estaremos escogiendo alcalde nuevo ni recibiendo al Niño Jesús. Realmente espero que superemos este episodio de la mejor forma posible y volvamos a ser la Venezuela que en su momento no supimos apreciar: llena de cordialidad entre sus habitantes”.
Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellerjl