«No podemos dormir tranquilos». Así de preocupada se mostró Elizabeth Arrechedera, habitante del sector Caobal, en el kilómetro 38 de la carretera Panamericana, puesto que su familia corre peligro con los árboles que están a punto de caer sobre su hogar.
La lugareña aseguró que es específicamente «un árbol grueso» que también puede dar hacia la carretera que comunica a Caracas con los Altos Mirandinos, por lo que considera la situación de «alto riesgo» tanto para ella como para los conductores que transitan por la zona día a día.
– Puede haber una desgracia, fui a Defensa Civil Guaicaipuro y no me tomaron en cuenta; lo que hicieron fue reirse. Además, me dirigí a los cuerpos bomberiles y tampoco me prestaron atención; no sé cómo vamos a hacer. Yo no tengo dinero para cortar ese árbol por mi cuenta.
Más de una semana
Esta situación ya suma más de 7 días y aún no han recibido respuesta. «A veces no duermo pensando en que si ese árbol se cae me voy a quedar sin nada, llamo al 171 y no me atienden; cuando lo hacen me aseguran que van a dirigirse al lugar a remediar el problema pero nunca llegan».
A Arrechedera le preocupa el hecho porque convive con niños que también se encuentran en peligro, «además me desbarataría todos los corotos que tengo».
En las noches lluviosas se complica aún más la situación, «debo dormir sentada esperando que escampe, esto no puede ser posible. Aquí no atienden a la comunidad, hay mucha gente inconforme, todo lo toman como mamadera de gallo y de verdad estamos complicados». Añadió que tampoco cuenta con láminas de zinc en el techo, por lo que «siempre se me moja el rancho».
Prosiguiendo con la falta de atención, la ciudadana tocó el punto de la Misión Vivienda, «estoy inscrita desde hace rato y aún no he recibido mi casa; tengo todo listo, papeles y demás, pero sigo esperando. Mi hermana está en la misma situación, además de mi hija».
Malos olores
Otro aspecto negativo de dicha localidad que pudo observar el equipo reporteril del diario La Región en un recorrido por el lugar es la presencia de aguas servidas en diferentes puntos, pues no cuentan con suficientes alcantarillas para que no se presente la irregularidad que conlleva a los malos olores.
La vía también causa angustia a quienes allí residen, gran parte de ella es de tierra y la otra cuenta con una superficie desnivelada. «Los carros son los principales afectados, se debe andar a mínima velocidad por aquí para que no sufran mucho; estamos en estado de abandono», destacó el vecino de la zona que prefirió no ser identificado.
Aparte de que transitar por dicho sector en automóvil no resulta nada fácil, hacerlo caminando tampoco; aparte de lo irregular del piso, sus alrededores están repletos de maleza que alcanza hasta dos metros de altura.
«Esto genera varios inconvenientes, uno es el de la contaminación; todo el que pasa arroja basura en el monte y se va acumulando. Además causa inseguridad, delincuentes se esconden allí para hacer de las suyas de vez en cuando», aseguró Humberto Suárez, quien habitualmente conduce por la zona su camión de carga y mudanza.gf
Llamado de atención
No solo el árbol que tiene alerta a Elizabeth Arrechedera es una de las causas por la que los habitantes de Caobal creen que están “en total abandono”. La lugareña hizo un llamado a todos los entes correspondientes a que se aboquen a tomar medidas al respecto, “allí viven familias y todos estamos preocupados, necesitamos apoyo”.
Carlos Sosa – csosa@diariolaregion.net / @carlossosa7