Prefiero el saqueo

 

 

 

He visto los testimonios desesperados de algunos comerciantes árabes a quienes la Guardia Nacional se los ha llevado presos por el delito de resistirse al abuso gubernamental de fijarles los precios a nivel de perdida

 

 

Ángel Rafael Lombardi Boscan

e-mail: eljuegodeloscaballos2009@gmail.com

 

 

 

 

 

 

Desde que comenzó la “guerra económica” que no es otra cosa que por decreto y a lo bravo, al mejor estilo de Mugabe, un dictadorzuelo de triste memoria, pretender acabar con la especulación, la usura, la escasez, el contrabando y demás males de nuestra economía de guerra, no hemos dejado de percibir las más disparatadas opiniones, unas a favor y otras en contra. Lo cierto del caso es que la ausencia de un buen gobierno, incapaz de practicar una política económica coherente, desde hace ya más de una década, está recogiendo lo que mal sembró.

He visto los testimonios desesperados de algunos comerciantes árabes a quienes la Guardia Nacional se los ha llevado presos por el delito de resistirse al abuso gubernamental de fijarles los precios a nivel de perdida. Si bien es cierto, que la medida gubernamental es oportunista y electorera, y que cuenta con el visto bueno de los sectores populares, hay que señalar que esto representa un “quemar las naves” por parte de Maduro y el partido militar pro cubano.

Ya Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865), un anarquista francés, había señalado de una forma atrevida que la “propiedad es un robo y un imposible”, sólo que la propiedad es uno de esos males necesarios que la humanidad debe padecer. Lo contrario, la propiedad comunal o estadal, disfrazada de interés social compartido, a su vez representa otra deformación porque en última instancia se impone un Gobierno de fuerza, al estilo de los Castros en Cuba o de Stalin en la antigua URSS, cuya impunidad y desafueros han sido más que corroborados. Hoy sabemos que los extremos son malos y que se impone una política de concertación alrededor del tema de la propiedad. La “economía social de mercado” en democracia, es un intento, entre otros, de apaciguar la voracidad de unos y la mezquindad de los partidarios del estatismo. Debate éste que en Venezuela no está planteado en la hora actual.

Decía uno de estos comerciantes árabes, que ellos preferían ser saqueados a que se les obligara a vender al dólar oficial. El referido video empezó a prender en las redes sociales y por lo visto el Gobierno lo mandó a censurar. Yo no estoy haciendo apología del saqueo, sólo constatando una situación que me luce ahora ya sí sin posibilidad de retorno. Para que una sociedad prospere tiene que haber confianza y consenso alrededor del sistema de las leyes y la justicia, si esto está quebrado, terminará imponiéndose la violencia y la represión gubernamental. ¿Qué diferencia existe entre el ladrón que te roba tú carro y el policía que te arresta en defensa del decreto de Maduro vulnerando tus derechos y bienes?

El Gobierno debería tomar nota de Maquiavelo, un extraordinario observador de la conducta humana, cuando señaló que: “Un Gobernante… se vuelve odiado al ser rapaz y al interferir con la propiedad y con las mujeres de sus súbditos, antes que de cualquier otra forma. De esto, por lo tanto, debería abstenerse. Mientras que ni su propiedad ni su honor sean tocados, la masa de la humanidad vive contenta, y el Príncipe tiene tan solo que enfrentarse con la ambición de unos pocos, lo que puede hacer de varias maneras y la que puede ser mantenida fácilmente dentro de sus límites”. Maduro “debería abstenerse” de afectar la propiedad de la manera irresponsable como se está conduciendo, ya que ésta no sólo está aparejada, a la ganancia, sino también al honor y la dignidad de las personas.

 

 

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