
Campañas, campañas y más campañas. Eso es lo único que hay. Palabrería barata acompañada de algún jingle pegajoso diseñado para atrapar a nuestras masas amantes del ritmo y la parranda. Claro está, no puede faltar la desagradable cantidad de afiches, volantes, grafitis, que contaminan visualmente, y en materia sólida, las ciudades. Luego de eso no queda más nada que basura amarrada a postes, acumuladas en aceras y cunetas mostrando rostros que denotan falsedad.
Como en otras ocasiones me he dado el trabajo de analizar, una a una, las campañas para este 8D. Una cita que, anómala, como estos últimos 15 años, nace con un órgano electoral totalmente inconstitucional. La militancia política es prohibida por nuestra carta de papel tualé, digo, carta magna, sin embargo nadie la cumple ni la respeta. Tibisay Lucena y varios rectores de este ente, como he venido denunciando en este espacio y en mis caricaturas, son descarados militantes del PSUV y sospechosos de fraude a la nación. Aún así, aunque su periodo venció el 15 de abril, parece a nadie importar. En el caso de Lucena, la señora es pieza clave de la lucha por mantenerse el poder que tuvo el finado y ahora el presente gobierno. ¿Qué pasaría si ella fuera una confesa justiciera?
Dejando de lado al CNE, los paracaidistas descarados que no viven en los municipios o siquiera son políticos y terminan hablando “BLA BLA BLA” en sus mediocres discursos; hablemos una vez más del desfile desagradable de mentiras y mal gusto en cada campaña. Los afiches de este año muestran nuestra inmadurez política y cómo un poquito de dinero e interés son más efectivos, que liderazgos de personas comprometidas con la comunidad.
Comenzaré con las campañas en Guaicapuro. ¿Quién diría ver a Rómulo Herrera abrazado con tantos personeros de Primero Justicia? La foto utilizada para la campaña de Rómulo es un calco de la de “Josy” Fernández en Los Salias. Los afiches de ambos son escuetos, aburridos, predecibles y sin impacto visual. ¿Con una sonrisa compramos al pueblo? Si se engaña a las masas con la mentira que dice que, una nevera de treinta mil Bolívares está ajustada a un precio “justo” por tener 30% menos; sería lógico engañarlos con espejitos. Los políticos piensan que pelando los dientes de frente como los arriba mencionados ganan a los ciudadanos. Pero para bajarlos de la nube, les recuerdo que la gente no vota, en la mayoría de los casos, por los candidatos, sino por una opción distinta al gobierno. Es decir se lanza Mickey Mouse a alcalde y de que gana gana.
Por otro lado está el colega de Alfonso Marquina (¿Serán familias?), el David Bisbal de la política, el resucitado luego de su sonoro fracaso en su cargo anterior, sucedido en propia cadena de televisión, pero vuelto a la vida por Nicolás. “Rulitos toing toing” Francisco Garcés, llega a Guaicaipuro a conocer primeramente el municipio, que destaca por sus problemas y por carecer de soluciones reales a mediano y largo plazo. El afiche de Garcés deja mucho que desear en cuanto a diseño y la cara de pánfilo en la foto no lo favorece. Para esta elección todos decidieron apelar a la sonrisa a diente pelao. Seamos serios señores, ¡qué campaña tan mala!
Por otro lado está Pedro Delgado, ese tipo de personas que creen que una campaña son varias vallas, algunas pancartas, un par de notas de prensa y gastar un dinero que, como su colega Antonio Díaz en Los Salias, dejan abierta la puerta a la suspicacia. Igual las campañas son de mal gusto, también vacías y sosas. Rayan en el proselitismo y finalmente no dejan más que chalequeo. ¿Ahora sé por quién votar? Ese eslogan para un desconocido es casi absurdo. En el caso de Díaz en San Antonio, aunque coloque amarillo, está claro que esa teoría de intentar confundir al electorado, no funciona.
Hablar de José Luis Rodríguez ya es caso perdido. ¿Quién lo odia tanto para hacerle esos diseños de vallas tan espantosas? Diseñar no es usar Photoshop y mucho menos el paínt de los vectores, Corel Draw. Además, Rodríguez debería buscar otra pose para las fotos, porque la sonrisa con las mejillas como niño del páramo no le favorece. Otros problemas son los juegos tipográficos. Aunque está de moda usar varios colores y liberarse de la maldición roja, no todas las palabras pueden ser un carnaval y además agregar esos sombreados detestables que saturan al momento de imprimir.
Fraija paga la novatada con más de lo mismo. Una sonrisa sobre una foto pixelada y desenfocada en el fondo, acompañada del eterno eslogan ya vacío: “el rescate”. El fondo pálido no favorece a la piel saturada en la foto. Señores, a DISEÑAR campañas, no hacer montajes por hacer.
De Los Salias ya hablé y no es la primera vez que las campañas son terribles. Hay personas falta de seriedad como Encarnación del MAS que, definitivamente, son odiados en sus partidos y los hacen salir al ruedo con diseños tan pobres que parecieran hechos en Word o power point. La foto de encarnación es el hazme reír en la calle con esa pose de publicidad de lavaplatos. ¿Hay que hablar? Ya dijiste todo con esa campaña.
Mariana Sanéz del PSUV, sencillamente cree que la “pechonalidad” y los ojos del difunto podrán subirla en las encuestas. ¡Falta de seriedad! Sin embargo, es la más decente con un diseño medianamente aceptable.
Con respecto a los concejales de Lo Salias. Es difícil hacer campaña si nadie te ve en la calle, ni haces por el municipio más que trabajo de oficina. Sería mejor no poner afiches, o ni siquiera lanzarse. Pero los diseños de todos están igual de malos. De NUVIPA ni hablo, creo ya dijeron todo.
TROMPO EN LA UÑA
Fernando Pinilla
Twitter @FMpinilla