Vecinos de El Amarillo aseveran vivir azotados por el hampa

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La falta de desmalezamiento ha producido que las aceras y caminerías desaparezcan bajo el alto follaje que las cubre e impide el paso peatonal por esta zona del municipio Los Salias

Los habitantes del sector saliense El Amarillo aseguran mantenerse en constante vilo debido a los altos índices de inseguridad que han ido aumentando en toda la zona residencial y que tienen que enfrentar diariamente hasta frente a la puerta de sus casas.

“Ya da miedo salir a caminar en la noche porque vienen los motorizados y te atracan. Esto antes no era así, la situación ha ido empeorando cada vez más y verdaderamente nos sentimos muy angustiados por eso”, manifestó Ana Santiago.

A pesar de que algunos vecinos aseveran que la policía municipal patrulla regularmente la zona, los “motomalandros” igualmente hacen de las suyas y pasan desapercibidos por completo.

“Siempre pasan las patrullas policiales por acá pero detrás de  ellas vienen los malandros atracando a cuanta gente haya en el camino. Obviamente los hampones no son de aquí, han intentado hasta secuestrar a algunos vecinos. Necesitamos una pronta solución antes de que ocurra un hecho lamentable”, indicó Santiago.

La mayoría de las personas que salen a pie a realizar alguna diligencia normalmente lo hacen acompañadas de perros de diferentes razas para evitar que algún desconocido se les acerque, sin embargo algunos dicen que ni esta medida vale la pena.

“Yo particularmente salgo con mis dos perros cuando voy a trotar o a comprar algo, para evitar que me roben; muchos hacen lo mismo e igual son despojados de sus pertenencias”, dijo Dayana Torres.

Aceras bajo el follaje  

Otro de los problemas que deben enfrentar los habitantes de El Amarillo es la falta de aceras, no porque no existan en la periferia del lugar, sino porque debido a la falta de desmalezamiento se hallan bajo el monte y en muchos de sus tramos están resquebrajadas, lo que impide  el paso de los caminantes; algunas barandas se encuentran en el suelo y otras simplemente no están.

“Aproximadamente desde el mes de julio no vienen las cuadrillas a desmalezar para esta zona de San Antonio. Las caminerías ya ni se ven de la cantidad de monte que hay, es un peligro caminar por la carretera porque por aquí pasan muchos carros”, expresó Torres.

Los transeúntes que acceden al lugar a pie deben caminar directamente por la vía vehicular corriendo el riesgo de ser arrollados por algunos de los automóviles que transitan por la comunidad.

Por otra parte, en ciertos tramos las caminerías se han desplomado debido a las fallas de borde ocasionadas por las s lluvias que han caído durante todo el año. “Aquí hay niños que muchas veces se van a pie y uno como madre se queda preocupada porque simplemente no se puede circular por la acera como es el deber ser, por la falta de mantenimiento”, exclamó Carina Uzcátegui.

Cunetas tapadas

No sólo las caminerías de la localidad no cumplen con su función debido a la acción del monte, también las cunetas y drenajes que transportan el agua de lluvia se encuentran completamente obstruidos por la cantidad de gamelote y sedimentos que han sido arrastrados por la lluvia.

“Cuando llueve toda el agua va a parar a la carretera que se convierte en un solo río, el Año Nuevo nos va a agarrar llenitos de monte”, dijo Uzcátegui.

Hueco eterno

A pesar de que la carpeta asfáltica en general que cruza toda la localidad se halla en buen estado comparándola con otras vialidades de los Altos Mirandinos, hay un hueco que desde hace varios años sigue causando dolores de cabeza a los vecinos y choferes que transitan por El Amarillo.

“Ese hueco está ahí por una tubería rota que hay bajo el camino. Los trabajadores de Hidrocapital vienen y lo tapan pero se vuelve a abrir en menos de un mes”, afirmó Uzcátegui.

Dicha tronera se encuentra justo en una de las curvas de la vía, por lo que a los conductores no les da tiempo de esquivarla y caen de golpe en ella. Igualmente, un hilo de agua se ve brotando día y noche del bache; desde este punto la carretera se muestra llena de agua.

Llenos de basura

Los habitantes de esta comunidad sanantoñera informan que el camión del aseo urbano tarda hasta más de 15 días en pasar recolectando las bolsas que colocan los vecinos a las afueras de sus casas.

“El miércoles fue que pasó el camión, tenía más de una semana sin venir y eso hace que la basura se acumule y produzca malos olores que nos afectan a todos”, aseveró Torres.

Sin ambulatorio y áreas recreativas

Los vecinos de esta zona de San Antonio de Los Altos carecen por completo de un ambulatorio cercano al que puedan asistir si se presenta alguna emergencia de salud, por lo que deben trasladarse hasta la avenida perimetral, donde se ubica el Rosario Milano, para recibir atención médica.

“Todos vamos a parar al Rosario Milano porque para acá no tenemos ambulatorios a los cuales asistir a cualquier hora”, indicó una de las habitantes de El Amarillo.

Por su parte, los jóvenes y niños carecen también de áreas recreativas donde realizar actividades deportivas y jugar durante las horas libres. “Los que quieren hacer deporte o distraerse un poco deben ir hasta el complejo deportivo que es lo único que tenemos relativamente cerca y sirve”, dijo Dayana Torres.

Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21

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