
¿Qué es la nutrición?
No es más que la suma de los procesos implicados en la ingesta y utilización de alimentos, que va desde la ingestión hasta el metabolismo de los mismos. Sin embargo la nutrición debe verse desde un sentido mucho más amplio, porque puede verse afectada por factores sociológicos, económicos y psicológicos. La alimentación vendría siendo un proceso voluntario, nosotros mismos decidimos lo que vamos a ingerir, a partir de ello todo se vuelve involuntario (digestión, absorción, metabolismo, etc).
La selección de alimentos puede verse influenciada por los aspectos mencionados al principio, por ejemplo en el aspecto económico; si una familia tiene bajos ingresos no puede darse el lujo de elegir determinados productos para cubrir sus necesidades alimentarias, o bien en el aspecto psicológico; si una persona pasa por un momento difícil a nivel emocional, podría refugiarse en el consumo excesivo de ciertos alimentos para sentirse mejor consigo misma.
Los alimentos deberán proporcionarnos una diversidad de nutrientes que necesitamos, ya que los últimos se encargan de realizar una o más funciones de carácter fisiológico o biomecánico en nuestro organismo.
Los nutrientes principales que encontramos en nuestros alimentos son:
– Proteínas
– Carbohidratos
– Grasas
– Vitaminas
– Minerales
– Agua
Estos nutrientes contribuyen con el crecimiento y desarrollo, construyendo y reparando diferentes tejidos del cuerpo, proporcionan energía a nuestro organismo y regulan el metabolismo.
Los alimentos y su relación con la salud
Se cree que determinados nutrientes pueden contribuir al desarrollo de enfermedades o dolencias, así como otros pueden impedir el proceso de inicio hacia un problema de salud bastante serio.
Los alimentos en la dieta juegan un papel importante en el desarrollo o progresión de enfermedades crónicas, entre ellas podemos encontrar la diabetes, osteoporosis, la obesidad, hasta varios tipos de cáncer. En cuanto a esto último, el NCI (Instituto Nacional contra el Cáncer) indica que «una tercera parte de todos los cánceres está relacionada de alguna manera con la dieta, siguiendo al hábito de fumar como una de las principales causas de cáncer». Por esta razón es vital alimentarnos de forma equilibrada y correcta, con variedad de nutrientes para cubrir nuestras necesidades diarias.
En México, por ejemplo, el sobrepeso y la obesidad ya son un problema de salud pública, ya que ejercen un efecto negativo sobre la salud, contribuyendo al desarrollo de enfermedades metabólicas, respiratorias y cáncer de mama, esófago, riñón, etc. Entre el 2000 y 2008 el desarrollo de dichas enfermedades se incrementó en un alarmante 61%, la muerte prematura ha tenido un crecimiento porcentual anual de 13.52%. Los costos de tratamiento afectaron a 45.000 familias en el año 2008, lo cual puede ser una causa de empobrecimiento, entonces aparte de un problema de salud pública también nos podemos encontrar con un problema económico.
Con el paso de las décadas nuestro estilo de vida se ha ido simplificando para así realizar menos esfuerzos, convirtiéndonos en seres sedentarios, esto ha ido de la mano con el crecimiento de alimentos procesados, cadenas de comida rápida (donde cada vez las porciones son más grandes), entre otros. Entonces solemos ingerir más calorías de las que gastamos en nuestro día a día ¿cuál es el resultado? sobrepeso y obesidad, con sus respectivas consecuencias negativas para nuestra salud.
¿Sabías que de los 5 riesgos principales de muerte en el mundo el sedentarismo ocupa el 4to lugar?
El equilibrio para perder grasa sanamente
– Las dietas muy bajas en calorías no son eficaces a largo plazo. Aparte de no ser sostenibles en el tiempo también pueden afectar tu salud. Lo normal es perder no más de 5kg mensuales de peso corporal.
– Al principio perdemos más peso que posteriormente, esto es debido a que cuando nos acercamos a la meta que queremos lograr se hace más lento el proceso. No te desesperes si tu progreso es lento, ya que al fin y al cabo estás avanzando y eso es positivo.
– Al hablar de equilibrio debemos ingerir suficientes carbohidratos, proteínas y grasas, para poder cumplir con las diversas funciones energéticas de nuestro organismo. La ausencia de uno de estos macronutrientes puede generarnos desequilibrios.
– La dieta debe ser personalizada, si tu nutricionista en la consulta te da una hoja que ya está impresa debes rechazarla, ya que no está tomando en cuenta tus características físicas, tus actividades diarias, entre otros.
– Lo más importante de todo es modificar nuestros hábitos alimentarios, de forma progresiva, hasta que comer de forma saludable y equilibrada sea nuestro día a día. No se trata de restringirnos por unos meses para luego volver a comer como antes.

ESTANDO EN FORMA
Leonardo Rocha
Asesor fitness
Staff de @EstandoEnForma
Nutrición y Dietética (UCV)
Twitter e Instagram: @leo_Fit