“En el país hay muchas limitaciones para personas normales y discapacitadas”

Familia
Maitte junto a sus hijos Gerson Flores y Arantxa Espinoza

Complicada, con esa palabra describe Maitte Rodríguez su vida, y es que hace dos años un acontecimiento inesperado dio un vuelco a su mundo. Su pequeña Arantxa fue víctima de una encefalitis herpética, lo que llevó a esta joven madre a dedicarse por completo al cuidado de su hija, las 24 horas del día.

Esta carabobeña nacida un 24 de junio de 1977 y formada como TSU en administración, contabilidad y finanzas, es una orgullosa madre de dos niños: Gerson Flores y Arantxa Espinoza.

Lleva consigo su mejor atuendo a donde quiera que va, una sonrisa resplandeciente muy característica. “El gozo del señor es nuestra fortaleza” citó, revelando el secreto de su buen humor y radiante semblante que mantiene pese a las adversidades presentes en su vida.

Bastante difícil le ha resultado el hecho de ser madre soltera y con una hija especial, a pesar de verse forzada a dejar el trabajo y dedicarse a la atención de Arantxa, esto no representó ningún tipo de impedimento para que la valiente mujer siguiera adelante. Inspirada día a día por la fe en Dios y por el amor a sus hijos, flaquear no ha representado, ni representará ninguna opción. “El amor de madre impulsa a que los llevemos a ellos a su máximo potencial, sea un niño normal o con discapacidad”.

La enfermedad de la niña la mantiene en una ajetreada rutina entre Puerto Cabello y Valencia. Entre la madrugada y la noche. Todo sea por cumplir con sus terapias, actividades, y consultas médicas. Sin embargo, este tren de vida le ha generado otra ardua tarea, no descuidar a su hijo adolescente aun cuando el tiempo sea tan efímero. “Aunque a veces paso hasta una semana sin verlo, siempre trato de involucrarlo en las tareas de su hermana y enseñarle por qué debo pasar más tiempo con ella”, comenta Maitte aseverando que hasta ahora, Gerson parece comprender la situación.

Su voz se quiebra al reconocer no saber canalizar sus emociones en algunos momentos. “A pesar de que soy alegre, obviamente dentro de mí hay una tristeza y de repente no la he sabido expresar en el momento adecuado, de repente esa es mi debilidad”, confiesa entre lágrimas.

“Económicamente en nuestro país hay muchas limitaciones, tanto para una persona normal como para una persona con discapacidad. Eso me ha estancado un poco en muchas cosas, pienso que pude haber avanzado más. No hay ayuda social determinada. Cuando un niño nace y presenta una discapacidad, desde ese momento debería entrar en un programa y evitar a los padres tener que hacer mil colas y llevar millones de papeles para obtener apoyo.”

La hermosa Arantxa necesita ser operada de la cadera.

Más que una petición al gobierno, pide un cambio de fondo a cargo de cada uno de los ciudadanos. Considera que si existiera la infraestructura adecuada, las personas pudiesen culturizarse y entre otras cosas, no estacionar en los lugares dispuestos para incapacitados. “Las aceras no son las más adecuadas para transitar con sillas de ruedas, yo tengo un coche pequeño y sin embargo se me dificulta. Los transportes públicos no están diseñados para personas con discapacidad”.

Para Maitte, dejar su hija al cuidado de otra persona  resulta complicado, pues ella requiere una atención especial, desde la forma de darle comida hasta la manera de enfrentar las convulsiones de las que es víctima recurrente.

Ni una hora se dedica al día y aunque el futuro es incierto, solo desea que la niña mejore y así tener la oportunidad de laborar para ofrecer un mejor futuro a sus hijos. “Soy lo único que ellos tienen, ya que los papás han brillado por su ausencia (…) yo sé que ellos dependen mucho de mí”.

Actualmente se enfrenta a un nuevo reto, recoger los fondos necesarios para poder costear una operación de caderas a la que debe ser sometida la pequeña Arantxa. Mediante rifas y diferentes actividades apela a la buena voluntad de aquellas personas que estén dispuestas a colaborar.

– ¿Un mensaje para las madres que se encuentran en tu misma situación?

– No escuchen las palabras negativas de nadie, la última palabra la tiene Dios. No se bloqueen ni permitan que nadie las bloquee. El límite es el cielo, si no se consigue aquí, se consigue en algún lugar. Si hoy no se puede, mañana se va a poder. Si hoy no tenemos el dinero, Dios lo va a proveer. Todo tiene su tiempo. Todas quisiéramos tener la vacuna mágica para nuestros hijos y listo, volver a nuestra vida “normal”. Pero obviamente no es así de fácil. Si Dios les hace sentir algo en su corazón, vayan tras de eso, no hay nada imposible.

Una verdadera muestra de lucha, perseverancia y superación representa esta joven.  De ella brotan constantes sonrisas cargadas de sueños, esperanzas y sobre todo, profunda fe. Siempre positiva y dispuesta a enfrentarse a cada situación de la vida, por más difícil que pueda parecer. Maitte Rodríguez, ejemplo de mujer.

Carlos Díaz / @krlosdiaz

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