Cuenta la leyenda japonesa que una niña de 12 años llamada Sadako Sasaki, quien padecía de leucemia desde pequeña, comenzó a elaborar unos pájaros de papel (grullas), porque de acuerdo a una vieja tradición a quien realizara mil grullas se le concedería un deseo, y en su caso, le permitiría curarse de su enfermedad. El avance de la leucemia impidió completar su tarea, y sus compañeros de escuela, terminaron las mil grullas en su nombre. Desde entonces, existe la historia de que estos pequeños pájaros de origami traen buena salud y esperanza cuando son hechos en miles.
A fin de apoyar a los pacientes con cáncer, Bayer lanzó en Latinoamérica la campaña “Cada día/vida cuenta” a través de la cual desea sensibilizar a sus colaboradores sobre la importancia de su trabajo, promover actitudes y pensamientos positivos sobre la enfermedad, pero sobre todo, sembrar el valor de la esperanza en quienes más lo necesitan.
En el marco del día mundial del voluntariado, los colaboradores de Bayer Venezuela se dedicaron a hacer las pequeñas figuras de papel siguiendo minuciosos pasos y, posteriormente, hicieron entrega de las mismas como símbolo de esperanza a los pacientes del Hospital Hemato-Oncólogo acompañados de una animada parranda navideña. También hicieron entrega de unos brazaletes con el mensaje de la campaña.
“Cada día de vida de un paciente con cáncer cuenta y con esta campaña buscamos que nuestros compañeros se conecten con la labor que realizamos y vean que cada día de nuestro trabajo en Bayer contribuye a dar mejor calidad de vida a los pacientes”, señaló Angélica Mendoza, responsable de comunicaciones BHC de Bayer Venezuela.
La iniciativa donde participaron los países de Latinoamérica forma parte de una campaña interna de Bayer para promover el compañerismo y el trabajo en equipo al elaborar cada grulla de papel como símbolo de solidaridad y esperanza.
