El departamento de policía que investiga el accidente punta extraoficialmente al exceso de velocidad como única causa del siniestro.
El trágico accidente de tráfico que acabó con la vida del actor Paul Walker sigue dando mucho que hablar al no haberse certificado todavía su causa, y si bien la hipótesis principal apunta al exceso de velocidad para explicar por qué el potente vehículo en el que se encontraba el intérprete -junto a un amigo también fallecido- se salió de la carretera con dramáticas consecuencias, en los últimos días también se ha especulado con la posibilidad de que el lujoso Porsche Carrera sufriera una grave avería o de que la vía estuviera en mal estado.
Como publica el portal de noticias Hollywood Life, un agente del departamento de policía del condado de Los Ángeles ha tratado de desviar la atención sobre la segunda teoría porque, en sus propias palabras, «no se ha encontrado indicio alguno de que el automóvil estuviera dañado o de que hubiera un obstáculo peligroso en la carretera». Aunque también insistió en que la investigación policial continúa su curso sin alteraciones, el mismo funcionario reveló que las autoridades están convencidas de que el accidente se debió «únicamente al exceso de velocidad en que incurrió el conductor».
De forma más concreta, el detonante que habría provocado el siniestro podría encontrarse en una pronunciada curva que, por culpa de la velocidad excesiva, no pudo ser tomada correctamente por el coche de Paul Walker y Roger Rodas, el cual acabó estrellado y envuelto en llamas con el consiguiente resultado que ha dejado conmocionada a la opinión pública.
«Está claro que el coche iba a una velocidad superior a la permitida, porque se aprecia claramente que perdió el control justo cuando se disponía a tomar una de las peores curvas de todo el trazado», apuntó el agente al mismo medio.
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