Bioterio del Ivic produce mensualmente 4 mil animales de experimentación

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Debido a su similitud con el ser humano, el ratón todavía es el modelo biológico más empleado por la comunidad científica.

Diversas especies de mamíferos y variantes de organismos con propiedades y características comunes (llamados cepas) son producidos, criados y mantenidos en el Bioterio del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), donde en la actualidad se producen en óptimas condiciones más de 4.000 animales de experimentación al mes.

La jefa de esta unidad, la veterinaria Diana Colombet, informó que la población permanente del Bioterio puede alcanzar los 8.000 ejemplares, entre los cuales se cuentan ratas, ratones, hámsteres, acures, conejos, ovejos y cerdos. “Prestamos el servicio a usuarios del Ivic y solicitantes externos, incluso a laboratorios privados que realizan pruebas de potencia e inocuidad de fármacos y vacunas” dijo.

Cada animal tiene necesidades diferentes en cuanto a alimentación, factores ambientales (ruido, iluminación, temperatura, humedad), control microbiológico, comportamiento y manejo del dolor; por lo tanto, responden de forma particular a los estímulos externos inducidos durante el experimento, los cuales dependerán de los objetivos de la investigación.

Roedores

En 2002, el mundo conoció la noticia sobre el enorme parentesco biológico entre el ser humano y el ratón (Mus musculus): ambos mamíferos comparten el 99% de su genoma (30.000 genes), siendo el 1% restante (unos 300 genes) propios de cada especie. Según el Consorcio para la Secuenciación del Genoma del Ratón responsable del anuncio (integrado por 200 científicos de 12 países del mundo), el ratón tiene genes amplificados para el olfato, la inmunidad y los mecanismos de atracción sexual y reproducción.

“Por eso el modelo animal por excelencia todavía es el ratón, sobre todo para estudiar enfermedades que afectan a las personas desde el inicio a nivel celular hasta su manifestación clínica, como cáncer, autoinmunidad, hipertensión; lo que nos permite tener un panorama detallado de la afección y de un medicamento diseñado para tratarla” explicó Colombet. En el Bioterio del Ivic hay siete cepas de ratones.

La rata (Rattus norvergicus) es menos agresiva que el ratón y es utilizada frecuentemente en investigaciones sobre el dolor y el sistema nervioso (neurociencias). Cinco cepas de ratas se conservan en el Bioterio del Ivic. En el Centro de Biofísica y Bioquímica reposan cepas que hacen hipertensión primaria por sal en dieta, llamadas “sal sensibles”, y otras que no lo hacen, denominadas “sal resistentes”. “En el Bioterio Central se mantienen cepas de ‘alcohol sensibles’ y su contraparte, las ‘alcohol resistentes’; además de las cepas ‘Wistar-Kyoto’ como control de las ratas hipertensas” indicó.

Un modelo biológico atractivo -a juicio de Diana Colombet- es la Chinchilla chinchilla, usado para el estudio de cáncer de estómago originado por la bacteria Helicobacter pylori, a la cual está expuesta un significativo número de seres humanos.

Gracias a su capacidad para soportar temperaturas cercanas a los 0 °C y reducir sus funciones metabólicas durante largos períodos de sueño (lo que se conoce como hibernación), el hámster (Mesocricetios auratus) es usado en estudios nutricionales “para determinar cómo usa el alimento, ya que puede producir muchas reservas de grasa” explicó Colombet. La experta señaló que los hámsteres son útiles en ensayos de vacunas aplicados a la bacteria Leptospira y para iniciar líneas de cultivo celular a partir del riñón.

Conejos, ovejos y cerdos

El conejo (Oryctolagus cuniculus) es empleado para toxicología y comprobar la efectividad de vacunas y virus; mientras que el acure o cobayo (Cavia porcellus) se utiliza tanto para vacunas como para estudios de nutrición. “Al igual que el conejo, el acure es un animal de producción, es decir, se consume también como alimento” afirmó Colombet. De hecho, el rendimiento en canal (peso de la carne consumible relativo al peso total del animal vivo) ronda el 80%, cuando el del cerdo es de 60%.

La función principal del ovejo (Ovis aries) en el Bioterio del Ivic es servir de donante para la preparación de agar sangre, el cual consiste en un medio de cultivo de microorganismos cuya base fundamental de crecimiento sean proteínas de la sangre (en este caso ovina). El estiércol de los ovejos luego es donado al Centro de Ecología para elaborar abono orgánico (compost).

“El cerdo (Sus scrofa) es un animal interesante como modelo biológico. Gran parte del material usado en trasplantes de órganos y tejidos en seres humanos y en cirugía experimental proviene del cerdo, precisamente porque su fisiología es muy similar a la nuestra” acotó.

La filiación cuenta

Además de las especies mamíferas antes mencionadas, en el Bioterio del Ivic se conservan cepas consanguíneas o endogámicas (unidas por vínculo natural) y no consanguíneas, así como cepas con mutaciones, por ejemplo, con desórdenes de mielinización, los cuales ocasionan la interrupción de las señales del cerebro con el resto de las células del cuerpo y la aparición de síntomas neurológicos, como saltos, catatonia y temblores repentinos.

Las cepas consanguíneas son más débiles porque presentan mayor predisposición a contraer patologías por estrés. “En estos animales es más probable que genes ocultos se expresen; a diferencia de las cepas no consanguíneas, en las cuales suelen dominar los genes más fuertes debido a la heterogeneidad de los individuos” informó Colombet.

Normas internacionales como el Manual sobre el Cuidado y Uso de los Animales de Experimentación del Consejo Canadiense de Protección de los Animales y regulaciones nacionales como el Código de Bioética y Bioseguridad del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación y el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, ofrecen orientaciones claras para el adecuado funcionamiento de los bioterios en el país.

 

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