Reparaciones a medias en la vía a El Jarillo

El Jarillo
Múltiples fallas de borde se encuentran en el camino, aunque ya han sido reparadas algunas

Actualmente se le están realizando algunas reparaciones a la carretera de El Jarillo, no obstante son varias fallas que presenta la arteria vial, las cuales han motivado a los usuarios a solicitar “un poco de atención” para buscarles una solución, en especial a las fallas de borde y huecos.

En el recorrido se constató que son varias las ocasiones en las que los conductores deben frenar para no caer en dichas troneras, con el fin de evitar que sus vehículos resulten deteriorados o sufran algún accidente.

Además, las personas acostumbran a tomar el camino en dirección contraria para evitar caer en los huecos, lo que ha sido motivo de varios accidentes según aseguraron quienes acostumbran tomar la vía para dirigirse al lugar.

Uno de los sitios donde se encuentran cuadrillas de mantenimiento es en el callejón La Llovizna, donde desde hace algunos días raspan y asfaltan.

Olores insoportables

Aunque es verdad que el lugar está destinado para arrojar basura, el vertedero que se ubica a 100 metros del cruce hacia la Colonia Tovar se ha visto en oportunidades sobrepasado de su límite, lo que causa olores insoportables.

Erick Suárez señaló que se debe construir un depósito de tamaño considerable para que la situación no se repita, “cuando  se acumula en exceso se torna muy desagradable tanto para el ambiente como para nosotros que debemos manejar con una mano en el volante y otra en la nariz”.

Luces altas

Los que deben conducir en horas de la noche por esta carretera ameritan estar más atentos a las irregularidades asfálticas. La iluminación no existe, los  choferes deben colocar las luces altas de sus autos para evitar algún suceso no deseado.

Las fallas de borde en toda la extensión del recorrido son uno de los peligros que corren. Algunas han sido reparadas, pero hay otras que se encuentran en ciertos cruces de la vía.

Igualmente, los deslizamientos han provocado que parte de las cunetas estén al tope, observándose troncos, tierra, piedras y otros escombros que son arrojados por los que pasan por allí. Es por eso que una cantidad importante de jarilleros solicitaron su mantenimiento, esencialmente de las que ya no aguantan “una piedrita más”.

La maleza se añade y pone fin a la lista de problemas enumerados por los vecinos. “No hay lugar donde el monte no sobrepase el metro de longitud, muchas matas llegan a la vía, lo que impide la visibilidad idónea para quien conduce”, destacó Johan Lantén.

Hacen de las suyas

“Cada vez son más los motorizados que circulan por este camino”, comentó Roberto Orjuela, conductor de transporte de productos para la Colonia Tovar, que a pesar de todo prefiere esta ruta para llegar a la colonia alemana.

“No usan cascos, algunos llevan hasta dos y tres pasajeros y otros van haciendo piruetas; las  autoridades deben hacer, corren riesgo las vidas de ellos y las de los demás”.

Cuidado, perritos en la vía

La cantidad de canes abandonados a lo largo de la arteria vial ha propiciado que muchos de ellos queden sin vida luego de ser arrollados, convirtiéndose a su vez en un peligro para quienes intentan esquivarlos. Se ha convertido en “algo  normal” ver cuerpos de perros tirados en  la  carretera en estado de descomposición.

Carlos Sosa – csosa@diariolaregion.net / @carlossosa7

Salir de la versión móvil