Un pequeño de 8 años quedó huérfano de padre luego de que Gilberto Toro (50) años, recibiera múltiples impactos de bala en el rostro, propinados por un sujeto desconocido que sin mediar palabras le quitó la vida el 25 de diciembre, en un local ubicado en la parroquia San Pedro.
Familiares de la víctima informaron que Toro había recibido su jubilación a comienzos de este mes, luego de laborar durante toda su vida como obrero del Colegio Universitario de Los Teques “Cecilio Acosta“, por lo cual certifican que se trataba de un hombre sano, sin enemigos ni rencillas con nadie.
La versión brindada por los allegados a la víctima indica que el hoy occiso había acudido al expendio de licores para adquirir una caja de cervezas con la intención de continuar la parranda navideña, cuando un malentendido con un sujeto armado que se encontraba en alto estado de ebriedad le costó la vida.
En medio del dolor por su pérdida, los familiares exigen a las autoridades justicia por la muerte de Toro, y esperan que el culpable sea castigado. Por su parte, el Eje Contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas adelanta las investigaciones para dar con el paradero del autor del crimen.
Carlos Peña – cpena@diariolaregion.net / @Litozz