Cundida de huecos es como se encuentra la vialidad principal del sector los Nuevos Teques del municipio Guaicaipuro, pese a las diversas denuncias que han efectuado los vecinos ante las autoridades competentes en mantener en buen estado las carreteras de la ciudad, según informó Julio Bravo, vocero principal del consejo comunal de la zona.
Por más de cinco años cientos de troneras han mantenido en vilo a los conductores que circulan por dicha carretera tequeña, la cual está resquebrajada al menos en un 80% y es por ello que los habitantes de la urbanización “piden a gritos” la reparación de la carpeta asfáltica por parte de la alcaldía del municipio Guaicaipuro.
“Los mismos miembros de la comunidad hemos tenido que resolver un poco la problemática, a pesar que es competencia del gobierno municipal arreglar las vialidades, ya le hemos planteado la situación al exalcalde Alirio Mendoza, pero nos dejaron esperando y seguimos igual”, expresó Bravo.
Por su parte, el mal estado de la carretera es sólo uno de los problemas que azotan a diario a los guaicaipureños de este sector, ya que las aceras por donde circulan los peatones están “abandonadas” y llenas de huecos que pone en peligro la vida de los transeúntes.
La acera que se ubica justo frente al Centro Comercial Los Nuevos Teques se ha ido desmoronando debido al efecto de las diversas lluvias que se han precipitado a lo largo de los años sobre la ciudad capital, por lo que actualmente se observa un gran agujero en uno de sus bordes.
“Por ahí cabe fácilmente un niño, pero la alcaldía hace caso omiso y no cumple con su trabajo. Hasta que no ocurra un accidente ahí no lo van a terminar de arreglar. Todas las caminerías están así, destruidas, y estas son las fechas en que el nuevo alcalde Garcés no ha comenzado a hacer nada de nada”, manifestó Carolina Escalante.
Igualmente, grandes montañas de basura se apuestan en las aceras de la urbanización, ya que los vecinos aseveran que el camión del aseo urbano tarda hasta más de 15 días en pasar a recolectar los desechos.
Malos olores y moscas conviven con las personas, ya que los apartamentos que se ubican en los pisos bajos son los que s even más perjudicados.
“Tenemos que vivir con los balcones y ventanas cerradas para que no entren mucho las moscas y los olores desagradables. No es posible que la ciudad se esté hundiendo en basura y los trabajadores de la alcaldía no hagan absolutamente nada”, dijo Escalante.
Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21