Arranca el 2014 y con él un nuevo grupo de metas que queremos alcanzar en estos 12 meses que tenemos completamente a nuestra disposición. Lograr que los propósitos de año nuevo no se conviertan en promesas no cumplidas o sueños frustrados es una cuestión de planificación, constancia y proyección.
El 2014 puede ser el año para hacer el viaje de sus sueños y esta primera semana es la mejor temporada para planificarlo. No estoy hablando de “magia cósmica” ni de alineación planetaria; es la mejor época porque un viaje requiere tiempo para organizarse, así que comenzando desde enero disponemos de varios meses para lograr nuestro cometido, paso a paso.
PREÁMBULO
Se suele pensar que un viaje a Turquía, Marruecos, o India es una excentricidad exclusiva para los más pudientes, cuando realmente no es así. La diferencia radica en que quien se plantea un viaje desde este tipo está dispuesto a asumir los sacrificios que esto conlleva. Los tips básicos para emprender un viaje en este año nuevo son:
1- Sueñe: Todo viaje comienza con un sueño. Sus viajes son algo muy personal y es usted quien sabe a dónde quiere dirigirse. Nadie más puede influir en esta decisión, pues cada quien conoce si prefiere las grandes ciudades europeas, descubrir los enigmas de asía, deleitarse con las playas del Caribe o ir de compras a Miami… cada viajero sabe lo que busca de su viaje.
2- Verifique costos: En esta primera semana de enero que suele ser baja en labores de trabajo y de hogar, es el momento ideal para sentarse a evaluar ¿Cuánto nos costará el viaje que deseamos realizar? Páginas como booking.com nos ayudan a tener una noción de cuanto necesitaremos para hospedarnos, además de poder comparar las diferencias de precios mes a mes para elegir una temporada de viaje.
3- Boletos: Si se compran con antelación normalmente se ahorra más de la mitad del costo del billete de avión. Aproveche para verificar el precio de sus boletos, bien sea a través de la web de las aerolíneas o en paginas como despegar.com
4- Presupueste y tome decisiones: Quizás ese viaje anhelado no puede llevarse a cabo este año por diferentes factores, pero puede sustituirse por uno similar. Por ejemplo ir a Madrid es más económico que ir a Paris o Londres, y esta ciudad la disfrutará tanto como las otras mencionadas. En vez de decidir no viajar, es mejor hacer un ligero cambio de destino.
5- Sacrificios: Si no se dispone de grandes recursos hay que hacer sacrificios. Durante el año veo como mis amigos inundan las redes sociales con sus fotos en Higuerote, Choroní y Margarita en los asuetos de carnaval y semana santa. Yo me quedo en casa, evitando gastos que puedo usar ese dinero ahorrado para el presupuesto de mi viaje. A fin de año yo he viajado y conocido un par de países nuevos, mientras la mayoría seguirá invirtiendo en sus viajes playeros de temporada.
SEGUIMOS EN GRENADA
En la columna anterior les comentaba como fue ese proceso previo a mi viaje a la isla de Grenada. Conocieron lo difícil que fue conseguir un boleto al exterior en fecha decembrina y la página quedó en un “continuará…” tras haber pasado migración del aeropuerto y abrirse las puertas de esta nueva mochileada.
DOLORES DE CABEZA
Es fácil reconocer a los venezolanos cuando llegamos a un aeropuerto internacional, pues tras recoger las maletas lo que vienes es dirigirse al cajero más cercano a retirar algo de efectivo; tomando así una previsión por si la tarjeta no pasa en algún momento.
Yo soy parte de la regla y no de la excepción, así que procuro un ATM( como suelen llamar a los cajeros fueras de nuestras fronteras) Consigo uno a la salida del aeropuerto y hago mis intentos fallidos de obtener efectivo. Aquí comienza oficialmente mi preocupación, una nube de dudas inunda mi mente- ¿Y si no funciona la tarjeta? ¿Y si no me pasa en el hotel? – Es el momento menos agradable del viaje. En contraposición a esa alegría que nos invade cuando sentimos que el cajero cuenta el dinero o el punto de venta hace ese sonido de imprimir el Boucher de “transacción aprobada”
Pero ya estoy en Grenada y no quiero mortificarme, así que agarro mi taxi y le pido que me lleve al hotel Heliconia, donde me hospedaré al menos por las primeras noches.
DISFRUTANDO EL VIAJE
En un viaje todo puede ser nuevo y yo intento disfrutarme cada momento. Desde mi confusión inicial al intentar montarme en el taxi (pues ellos manejan con el volante hacia la derecha como los británicos) hasta el extraño acento del inglés caribeño, que en principios me cuesta entender, hasta que le agarro el ritmo.
La ruta del taxi no dura ni 2 minutos, realmente mi hotel está a la salida del aeropuerto, pero yo lo desconocía y el conductor se aprovecha para sacarme un par de dólares americanos. Llego a la recepción y me dan una cordial bienvenida; la gente del Caribe suele ser muy amigable.
En este momento llega la prueba decisiva, hay que pasar la tarjeta para pagar el hospedaje. Mi cara de felicidad es inocultable cuando me dan el papelito para que lo firme, puedo tranquilizarme pues al menos tengo donde dormir.
PRIMERAS ANDANZAS
Estando en el Caribe es obvio que quería que mi primer día fuese de playa paradisiaca. En el hotel me indican que hay una bella playa por la parte de atrás del edificio, en una caminata de 5 minutos. Armo mi bolso de playa, en cual meto una botella de espumoso que llevé para tomarme en ese momento y comienzo a caminar.
LA CULPA ES DE LA VACA
No sé si era para procurar la privacidad, pero por el caminito que llevaba a la playa a alguien se le ocurrió amarrar una enorme vaca con cuernos grandes y puntiagudos. Era imposible pasar, así que una señora me comenta de otro camino, el cual era más tortuoso, lleno de monte, pantano y piedras…
Al cruzar todo se me olvida. El paisaje devela para mí una playa de las más hermosas que haya visto en mi vida; de tono azul turquesa, oleaje calmado, sol resplandeciente, arena muy limpia. Suspiré y me dije a mi mismo “Wellcome to Grenada”.
EXCITANDO EL PALADAR
Gabriel Balbás
Mochilero gourmet
Twitter e Instagram: @Gabrielbalbas