15 años de pesares silenciosos

Una juventud desafiante destaca su presencia en el destino del país, y nos necesita a todos. Porque salvar a Venezuela de este horror es una lucha irrenunciable, es el sentido de ser venezolano

 

Isa Dobles

¿Cuántos llevamos con este peso en el corazón….? El  clamor de la Venezuela sensible, democrática y  decente es la libertad de Iván Simonovis. Y Maduro  se refuerza con la frialdad perversa para burlarse del dolor compartido.  Iván Simonovis es el “dulce de lechoza” del cartel  chavista..Me los imagino  celebrando cada mensaje, cada tweet, cada  artículo o solicitud,  con ese deleite  deshumanizado y arrogante . Esa  degradación moral, esa maldad  tras  los propósitos  lujuriosos   de la vileza tras el poder…Entonces…comenzamos este año como lo despedimos…con una Venezuela dividida, manoseada en su identidad, desesperada en colas  eternas con el corazón latiendo desbocado por la leche que  esperan los niños, los  alimentos que o no se encuentran o ya son inaccesibles, antagonizados  sus  sentimientos incitados al odio y la venganza, descalificada ante el mundo, hostil y sucia, con el cinismo y la mentira en el discurso diario, la barbarie y el vandalismo como  modelos de vida, y un  Simonovis  , capricho  enfermizo  de  un militarsote destructor y demencial, convertido en ícono de dignidad y libertad con el que estamos en deuda infinita por una pasividad que apena, que avergüenza.

Que tenemos, ya, que convertir en coraje, en ardor, en asunto de cada uno y de todos. Llevamos quince años largos de pesares silenciosos, de emociones   desgarradoras, de humillaciones inconcebibles. Hemos luchado pero no lo suficiente, hemos aguantado pero   se nos pasó la mano…tiene que haber en nosotros un límite para tanta ofensa, tanta destrucción, tanta fractura de principios, tenemos  que recargarnos de pasión, de compromiso, de lealtad, para salvar  a Venezuela.

La lucha es muy dura porque  traspasaron   el muro de lo  lógica y  la decencia  para  entonces  hacer del engaño y la mentira normas vergonzosas que  confunden  la ignorancia haciéndola esclava de  sus propósitos. El desastre trágico de Vargas marcó ya el obscuro camino de  esta barbarie y ya es bastante.

Una juventud desafiante  destaca su presencia  en el destino del país, y  nos necesita a todos. Porque salvar a Venezuela de este horror es una lucha irrenunciable, es el sentido de ser venezolano, en este nuevo año tenemos que reforzar nuestra lucha, no cerrar los ojos ante la avalancha de  agresiones, humillaciones y tormentos.

Renunciar pasivamente a la paz y la razón.  Hay que  recuperar tanto como la fuerza, el entusiasmo y la fe.

Iván Simonovis es un preso de la corrupción , la maldad y la mentira. Es Venezuela.

Y como Venezuela, es nuestra responsabilidad.  Lo imposible lo es hasta que lo hacemos posible. Nos toca!

 

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