«Las mamás ya ni dormimos con la inseguridad que hay”

El líder opositor Henrique Capriles hizo acto de presencia en el acto quese realizó ayer en Miraflores
El líder opositor Henrique Capriles hizo acto de presencia en el acto quese realizó ayer en Miraflores

Con los ojos llenos de lágrimas por la muerte de Mónica Spear, la actriz Elba Escobar ha preferido resguardarse en su casa: «Ya ni salgo», dijo desde la plaza Alfredo Sadel, escenario este miércoles de una protesta convocada por artistas en contra de la inseguridad.

La reunión de Maduro y los ejecutivos locales estuvo marcada por el apretón de manos entre el presidente y el líder opositor Henrique Capriles, poniendo fin a nueve meses de quiebre total de relaciones

El presidente Nicolás Maduro propuso este miércoles un plan de pacificación para Venezuela, que soporta una de las mayores tasas de homicidio mundial y que permanecía en estado de conmoción por el asesinato con saña de una ex reina de belleza y su pareja.

«Dejo instalada oficialmente esta jornada de trabajo (…) y aspiro a que en un mes tengamos un plan conjunto y tengamos una ley de pacificación nacional», dijo Maduro al abrir una reunión con un centenar de gobernadores y alcaldes de los municipios que soportan el 80% de los delitos.

La noche del lunes Mónica Spear, de 29 años y actriz de la cadena estadounidense Telemundo, y su pareja, Thomas Henry Berry, de 39 años, fueron acribillados a balazos dentro de su automóvil mientras la hija de ambos, Maya, de cinco años, resultó herida y se encontraba este miércoles en condición estable.

Según la reconstrucción, el vehículo de Spear y Berry cayó en una emboscada con fines de robo, ya que se detuvo tras golpear un objeto colocado sobre la autopista de Puerto Cabello (en el Caribe) a Valencia, la tercera ciudad venezolana.

«Nadie se puede cruzar de brazos. El asesinato, la violencia, la masacre contra esa joven venezolana y su esposo es una bofetada para todos», dijo Maduro sobre el crimen de la finalista de Miss Universo 2005 y su pareja, nacido en Gran Bretaña y responsable de una agencia de turismo de aventura.
»Las armas las tienen que tener solamente las fuerzas armadas y las policías», subrayó Maduro y recordó que han fracasado las políticas de guerra al hampa y la del garantismo. «Ni mano dura ni tratarlos con el pétalo de una rosa», resumió.

La reunión de Maduro y los ejecutivos locales estuvo marcada por el apretón de manos entre el presidente y el líder opositor Henrique Capriles, poniendo fin a nueve meses de quiebre total de relaciones

Una población
atrincherada
Las cifras de inseguridad se han multiplicado por cuatro en los últimos años, llevando a los venezolanos a atrincherarse en sus casas a la caída del sol, excepto en un puñado de sectores donde permanecen restaurantes y cafés abiertos.

«Ya ni salgo (…) Cuando tengo actividades nocturnas, prefiero acordar con dos o tres amigos (e) irnos en un solo carro», relató a la AFP la actriz Elba Escobar, quien participaba en una manifestación de repudio a la violencia convocada por artistas en Caracas.

Cerca de ella Maria Arteaga, de 41 años, observa como ascienden los globos blancos lanzados por los manifestantes, mientras admite tener «miedo de ir al banco, al restaurante, de salir de mi casa» y reconoce que incluso dejó de visitar a sus padres por la frecuencia de los robos donde ellos viven.

Condominios con seguridad privada, autos blindados, proliferación de armas -con o sin autorización de porte- o escuelas de defensa personal son algunas de las herramientas de la población de un país cuyas tasas de homicidio espantan y superan a las de países en guerra.

Los asesinatos en Venezuela -según los mida el gobierno o las ONG- van de 39 a 79 casos al año cada cien mil habitantes, cifra esta última que sería la segunda más alta del mundo.

Los artistas convocantes a la manifestación fueron luego a la Asamblea Nacional (legislativo unicameral) para entregar un documento en el que reseñaron la angustia de un país sometido a la violencia frente a la inacción del Estado.

«Vivimos día a día la angustia de un país que se ha convertido en una extensa mancha roja de violencia», dice el documento y agrega: «Seguro que crecieron, ellos, los delincuentes, alentados y confiados que lo que hicieron, hacen y seguirán haciendo, está justificado por un Estado que hace la vista gorda».

Homicidio con saña
El director de la Policía Científica (CICPC), José Gregorio Sierralta, relató a la prensa que el automóvil de la pareja asesinada sufrió un desperfecto «por efecto de un objeto contundente colocado en la vía».

Un camión de auxilio mecánico que pasaba por el sitio se detuvo para auxiliarlos, pero poco después llegaron cinco hombres armados, por lo cual los dos mecánicos huyeron a pie hasta un puesto policial a kilómetro y medio para pedir ayuda.

Spear, su hija y Berry, se encerraron en el auto y «los delincuentes efectuaron múltiples disparos al vehículo», y luego escaparon sin robar nada, detalló Sierralta.

El funcionario reveló que la policía detuvo a cinco sospechosos, en tanto los dos operarios de la grúa fueron interrogados como testigos.

«Ella recibió sólo un disparo en el brazo derecho y le atravesó su cuerpo y fue instantáneo. Su esposo sí recibió tres disparos», declaró por su parte a la cadena estadounidense en español CNN Katty Pulido, la representante de Spear.

Distensión política
La reunión de Maduro y los ejecutivos locales estuvo marcada por el apretón de manos entre el presidente y el líder opositor Henrique Capriles, poniendo fin a nueve meses de quiebre total de relaciones.

Capriles, derrotado por Maduro en las elecciones de abril de 2013 por apenas 1,5 %, nunca reconoció la legitimidad del presidente, quien a su vez durante todo este tiempo lo acusó de golpista.

Luego del estrechón de manos Maduro, al abrir la reunión, dijo «agradecer la presencia de todos los gobernadores y gobernadoras» en el Palacio de Miraflores, sede del gobierno.

«Nicolás te propongo poner a un lado nuestras profundas diferencias y unirnos contra la inseguridad», había escrito Capriles el martes en su cuenta de Twitter, y hoy agregó: «Estoy en Miraflores por la seguridad de los venezolanos. Iré a donde sea, es un clamor nacional parar la violencia».

AFP

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