La escasez de harina de trigo y leche también los afecta

La persistente escasez de harina de maíz no sólo afecta a las amas de casa, también los luncheros y dueños de restaurantes deben ingeniárselas para conseguir el rubro que utilizan a diario para elaborar las empanadas y arepas que se expenden en estos populares negocios de comida.
Ante esta realidad, una empanada cuesta entre 20 y 30 bolívares, pues los comerciantes alegan que en vista de la escasez, se han visto obligados a comprar la harina de maíz mucho más cara que lo que reporta su precio original, lo cual disminuye sus ganancias en relación a los ingresos obtenidos hace unos meses cuando adquirían el rubro a precio regulado.
Ricardo Martínez, trabajador de una lunchería ubicada en la calle Ribas de Los Teques, declaró que “hay que hacer milagros para conseguir harina de maíz y harina de trigo, ingredientes necesarios para mantener la producción. Muchas veces compramos la harina con sobreprecio, pero no subimos el precio de las empanadas, lo que repercute en nuestro margen de ganancia. Hacemos lo posible por conseguir la harina y mantener nuestros precios, pero no sabemos hasta cuándo aguantaremos la situación, pues está pasando lo mismo con la harina de trigo, que usamos en la misma en la mezcla de las empanadas para mantener la masa suave.”
Sin leche para el café
Martínez agregó que la escasez de leche también los está afectando considerablemente, puesto que la misma es utilizada para el café, otras bebidas y demás preparaciones ofrecidas en el local. “También compramos leche con sobreprecio”, acotó el empleado
Samuel Pérez