Una carretera con numerosos huecos, sin un solo poste de alumbrado eléctrico, llena de basura, obstaculizada parcialmente por la maleza, sin señales de tránsito ni defensa vehicular es la que da acceso a la comunidad Colinas de El Paso del municipio Guaicaipuro.
Entre desidia y olvido habitan los vecinos de esta populosa comunidad tequeña, donde los malos olores, producto de una gran montaña de basura, mantiene en vilo a las personas que de desenvuelven día a día en la zona.
“La basura no la recogían desde diciembre, los olores eran insoportables y resultaron muchas personas enfermas, entre ellos niños y adultos mayores. Ya por lo menos hoy vino un camión y recolectó todas esas bolsas que nos acompañaron desde Año Nuevo”, indicó María Pérez.
Luego de las diversas quejas y denuncias que expresaron los vecinos del lugar, finalmente acudió un camión de la Alcaldía para hacer la debida recolección de desechos sólidos, entre los cuales las ratas, moscas y gusanos para paraban de pulular.
Por su parte, los habitantes del sector piden al alcalde Garcés la reparación de la carretera, la cual además es la única vía de acceso con la que cuenta la comunidad. Llena de huecos, fallas de borde y deslizamientos de tierra es como luce actualmente el camino, al cual no le han “hecho un cariñito” desde hace más de tres años, según informan los vecinos.
Asimismo, la falta de desmalezamiento por parte de las cuadrillas de Corpomiranda y Plan Caracas Bicentenario han ocasionado que el follaje obstruya parcialmente el paso vehicular, por lo que algunas veces los mismos vecinos deben agarrar sus machetes para “rebajar el monte” con sus propias manos.
“Vivimos entre el abandono, nadie nos ha dado una mano para poder resolver todos estos problemas. Hay un derrumbe en la vía que fue producto de las fuertes lluvias del año pasado que aún no han limpiado, no tenemos aceras, ni áreas deportivas. Sólo pedimos que nos den los materiales y nosotros mismos realizamos los trabajos”, dijo Alberto Martínez.
Igualmente, la falta de postes eléctricos hace que el lugar se convierta en una boca de lobo, lugar preferido para los motorizados para hacer piruetas a diestra y siniestra.
Ronald Gil- rgil@diariolaregion.net / @thedaniels21