Patrullaje inteligente

 

Fue un modo poco inteligente de iniciar el operativo, pero sobretodo fue demostrativo del poco interés que el gobierno central tiene en combatir el hampa, ya que el inicio de un programa de esta naturaleza no admite espera

 

 

Oswaldo Páez-Pumar

 

 

 

 

El inicio de un operativo llamado patrullaje inteligente que se anunció como medida destinada a combatir el alto nivel de delincuencia que nos azota fue suspendido. Los funcionarios del gobierno central, de la gobernación de Miranda y de las cinco alcaldías del área metropolitana convocados por el Ministro del Interior estuvieron tres horas a la espera del arranque y luego les pidieron que se marcharan. La razón, Maduro quería estar presente y se hallaba en Cuba en la reunión del Celac.

Fue un modo poco inteligente de iniciar el operativo, pero sobretodo fue demostrativo del poco interés que el gobierno central tiene en combatir el hampa, ya que el inicio de un programa de esta naturaleza no admite espera. Quedó claro que para el gobierno es más importante la publicidad que puede derivar del plan, que el plan mismo; y por supuesto más importante obtener aplausos para sí, que la población se beneficie efectivamente del plan.

No queda tan claro, pero es mi deber advertirlo, que cuando así se procede es porque el gobierno estima derivar más beneficios políticos del acecho del hampa a la población, que de la asistencia a la población para protegerla del hampa; y por eso la propaganda del plan prevalece sobre su ejecución, pues el gobierno advierte que el grito de dolor diario extendido a todos los niveles de la población, desde los más encumbrados hasta los de menos recursos, impone alimentar una esperanza que opere como sedante capaz de frenar el reclamo de la población, que comienza a percibir el azote que padece a diario como obra mancomunada del gobierno con el hampa.

Esa percepción no está lejos de la realidad. Desde el cambio del huso horario, se puede ver como bienvenida por el gobierno la llegada de la sombra de la noche, dando ventaja a un elemento agravante de los delitos, la nocturnidad. Por eso el contubernio no lo logra ocultar el patrullaje inteligente. En la víspera del inicio del “programa Caracas segura”, el usurpador atacaba a la prensa por la publicación de la foto de una madre con el hijo muerto. Hoy una hipotética víctima del hampa que hubiera podido salvar el patrullaje inteligente, pudiera ser fotografiada como víctima de la “brutalidad” de retardar el patrullaje para la foto de Maduro.

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