A las 4:00 a.m. sonó la alarma del celular de Eduardo Camacho para llegar de primero a la taquilla de Fontur y renovar su tarjeta de pasaje preferencial estudiantil, pero aunque llegó una hora después, consiguió que ya había personas esperando desde mucho antes.
El joven estudiante de la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas (Unefa) aseguró que casi cuatro horas después logró llegar a la taquilla para descubrir que le faltaba una fotocopia y debía volver al día siguiente.
“Lo más complicado es que también trabajo, entonces para venir a sacar la tarjeta tengo que cuadrar mi horario de empleo y de la universidad“, expresó Camacho.
Urge una solución
Cansados de tener que pasar por el mismo tedioso proceso para las renovaciones o cada vez que un nuevo miembro de la familia va a obtener el beneficio de pasaje preferencial, los usuario exigen a Fontur que se establezca un nuevo sistema que facilite el proceso.
“Han prometido hacer jornadas frecuentes en cada institución, pero por lo menos por la escuela de mis hijos no han pasado“,aseguró Yeimaris Oropeza, quien hacía la larga fila para renovar la tarjeta de su hija de 9 años.
Carlos Peña – cpena@diariolaregion.net / @Litozz