“Hemos cerrado temprano todos los días de disturbios, ayer muchos ni pudieron abrir sus puertas en San Antonio de Los Altos por las barricadas que colocaron y ahora el Gobierno decreta días no laborales el 27 y 28 de febrero. Definitivamente el sector comercial no pega una en este país”.
Así lo refirió Johan Peña, encargado de una zapatería ubicada en Carrizal. “Uno está en tensión porque a través de la televisoras y emisoras no te enteras de nada, así que hay que estar monitoreando las noticias por Internet y con las orejas paradas para escuchar lo que sucede en la calle. Cuando se empieza a ver mucho movimiento y pasa la guardia, es señal para bajar las santamarías”.
Como este testimonio abundan. “Las ventas estuvieron buenas en diciembre, hubo el descenso habitual en enero y en febrero se han ido a pique desde que iniciaron las acciones de calle, el Día de la Juventud”, sentenció Samuel Requena, quien cada año vende en las calles de Los Teques los trajes de baño que su esposa diseña en su hogar.
-Sé que estamos en una lucha por un mejor país, pero si no trabajo no tengo para alimentar a mi familia. Esta era una de las mejores épocas para vender esta mercancía, pero por los vientos que soplan se nos irá a quedar fría. Saldremos de ella en Semana Santa. Nos tocará ingeniarnos otro rubro para producir.
La situación no solo aqueja a los pequeños comerciantes. La directora ejecutiva de la Cámara Venezolana de Centros Comerciales (Cavececo), Claudia Itriago, aseveró que la situación de los centros comerciales es “bastante crítica” debido a que los horarios de trabajo están afectando la productividad.
“En diciembre aguantamos como un sector que entendía que los centros comerciales eran una zona de esparcimiento. A la fecha se hace más crítico aguantar esta situación”, dijo.
Indicó que las estructuras físicas y el mantenimiento operativo de los centros se encuentran amenazados actualmente.
También puntualizó que cada centro comercial “maneja a discreción su horario de trabajo (…) Nos hemos puesto a disposición del ministerio para hacer mesas de trabajo y buscar soluciones al público que nos visita, ellos son los más afectados”, acotó.
De esta crisis no escapan centros comerciales como La Cascada (Carrizal) y La Casona I y II (Los Salias), donde las visitas han disminuido significativamente desde hace dos semanas.
“En los Altos Mirandinos las protestas comienzan en la tarde – noche, cuando la gente retorna de sus lugares de trabajo, por lo que quienes no van a manifestar optan por irse directamente a su casa para evitar quedar atrapados en una cola”, refirió Marisela Pujado, quien atiende una tienda de ropa para damas en el C.C. La Cascada.
-Mucha gente visitaba el lugar para distraerse y se comía aunque sea un heladito, pero ante la poca afluencia de clientes y por la propia seguridad mía y de mis trabajadores nos estamos retirando más temprano a nuestros hogares.
Desabastecimiento se agudiza
Destacó que durante las últimas dos semanas el sector ha tenido fallas en la distribución y que esta medida del Gobierno “va en contra de la solución de los problemas”. Explicó que el país en estos momentos “necesita trabajo y no días feriados (…)Para que el venezolano encuentre en los anaqueles los productos que desea comprar”.
Exhortó al Ejecutivo a la reflexión, “la decisión es muy delicada”; argumentó que mientras se trabaje menos habrá más desabastecimiento en los mercados a nivel nacional.
En cuanto a las recientes protestas, manifestó que el sector “está muy preocupado” por las consecuencias en la distribución en algunos sectores del país.
Johana Rodríguez -jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl